Anoche el hecho de que Puenzo quedara afuera del INCAA, supone un golpe a las irregularidades o en maniobras. Esto desatará conflictos
Puenzo no quiso renunciar y Fernández se lo pidió
El director de cine Luis Puenzo se negó a renunciar y fue despedido por un decreto de Alberto Fernández.
El titular del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el director y guionista Luis Puenzo, fue despedido este miércoles por la madrugada a través del Decreto 183/2022 publicado en el Boletín Oficial.
La medida se definió luego de los disturbios frente al organismo generados por una manifestación de trabajadores y estudiantes del sector en reclamo por un posible recorte de fondos al INCAA y por las políticas de Puenzo: la Policía de la Ciudad intervino para evitar el corte total del tránsito y al menos tres manifestantes fueron demorados en un tenso enfrentamiento.
El cese de Puenzo en el INCAA
«Dispónese el cese del señor Luis Adalberto Puenzo (D.N.I. N° 4.546.984), en el cargo de Presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), ente público no estatal en el ámbito del Ministerio de Cultura», indica el decreto firmado por el presidente Alberto Fernández y el ministro de Cultura, Tristán Bauer.
En principio, Puenzo se negó a presentar la renuncia ante Bauer, por lo que este miércoles se definió oficialmente la salida del cinematógrafo del INCAA. Ahora, lo reemplazará el vicepresidente de la entidad, Nicolás Battle, quién quedará a cargo de manera interina en medio de la crisis y las protestas en el organismo.
Luego de los incidentes producidos el lunes, si Puenzo no renunciaba trascendió que este miércoles iba a llevarse a cabo una nueva protesta en las puertas del organismo, aunque Bauer ya había anticipado «cambios» en la administración del INCAA.
Por su parte, Puenzo indicó que la medida debía tomarla el presidente, no el ministro de Cultura, por lo que este miércoles Alberto Fernández oficializó la decisión.
El director de La Historia Oficial, el filme ganador del Oscar, defendió su gestión frente al INCAA, la cual implicaba un proyecto de cine nacional sostenido con películas de alta costo. A Puenzo le adjudican, entre otras políticas que se cuestionan, una gestión basada en subsidios que se concentran en las grandes producciones.