La irrupción del coronavirus generó una crisis económica de la que aún resulta difícil salir. Con un fuerte impulso que dio el sector público, el nivel de empleo registrado creció 1,61% entre enero de 2020 y el mismo mes de 2022, pero casi el 20% de las localidades no logró recuperar las cifras previas a la pandemia.
Las ciudades más pequeñas fueron las más afectadas, pero entre las 19 localidades que generan más de 100.000 empleos, solo la Ciudad de Buenos Aires se mantuvo por debajo de enero de 2020, según surge de los datos del informe de la Dirección Nacional de Estudios para la Producción, del Ministerio de Desarrollo Productivo.
El informe del ministerio encabezado por Matías Kulfas refleja los datos de 504 distritos de todo el país. Según ese análisis, a enero de 2022 en 91 de las localidades relevadas no se había logrado alcanzar el empleo registrado de la prepandemia, lo que representa al 18,06% del total.
De acuerdo con estos datos, de las 61 localidades que generan hasta 1000 puestos de trabajo, en 17 el nivel de empleo registrado se mantuvo por debajo de enero de 2020 (27,87%); mientras que de los 19 distritos con más de 100.000 trabajadores registrados, solo en uno no se recuperó: la Ciudad de Buenos Aires (5,26% del total).
Esto refleja que en términos de empleo, las localidades más afectadas fueron las más pequeñas, fundamentalmente en el noroeste del país. Para Jorge Colina, de presidente de la consultora Idesa, esto se explica porque en esa zona “los costos laborales siempre fueron mucho más difíciles de cumplir”. Según su análisis, “muchas unidades productivas no volvieron a emplear en blanco, pero lo más probable es que se hayan pasado a empleo no registrado”.
Si se toma el promedio provincial, Misiones, CABA, Salta y Mendoza no lograron alcanzar el nivel de empleo de la prepandemia, mientras que Santiago del Estero, San Luis, Tucumán, La Rioja y Tierra Del Fuego fueron en las que más se recuperó, con un alza de entre 4% y 7%.
En el total país, el empleo registrado pasó de 9.845.555 trabajadores en enero de 2020 a 10.005.091 en el mismo mes de 2022, es decir que se crearon 159.536 nuevos puestos, lo que implicó una suba del 1,6 por ciento.
El análisis de los datos no estaría completo si no se tomara en cuenta el rol que jugó (y sigue jugando) el sector público como gran red de contención de la crisis generada por la pandemia.
Mientras que el empleo registrado privado se desplomó a partir del cierre casi total de actividades en los primeros meses del aislamiento social estricto, el sector público actuó como contrapeso, pegando un salto exponencial no solo durante esos meses, sino también a lo largo de todo el período en el que la Argentina fue saliendo de esas restricciones.
En febrero de 2020, el último registro previo a la pandemia, había 6.256.153 de puestos de empleo en el sector privado. Apenas cinco meses después, en julio, se registró la peor cifra, con una caída a 5.963.630, lo que implicó una pérdida de 292.523 puestos de trabajo. La baja fue entonces del -4,7 por ciento. En el caso del sector público, pasó de 3.587.171 a 3.572.215, apenas -0,4% por debajo (14.956 puestos).
“El sector público sostuvo el empleo de manera directa a través de aumento de contrataciones, y de manera indirecta a través de todos los subsidios que transfirió al sector privado, como por ejemplo con los ATP”, dijo Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano.
Si se compara enero de 2020 y enero de 2022, el empleo registrado en el sector privado creció 0,7% mientras que el del sector público lo hizo 3,2%, con fuerte incidencia a lo largo de los dos años, aunque en los últimos dos meses comenzó a bajar. No obstante, para Colina, en el mediano y largo plazo “va a seguir subiendo el empleo público a un ritmo constante”.
La contracara de la pérdida del empleo asalariado es, según Colina, la “suba del cuentrapopismo”, es decir, el empleo registrado a través del monotributo, que -dijo- no deja de ser “trabajo informal”.