La Cancillería, por intermedio de su embajada en La Paz, elevará formalmente este martes una nota de protesta oficial al Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia, “reclamando explicaciones y manifestando su profunda preocupación acerca de la situación del fallecimiento de un ciudadano argentino, que estaba en una situación de riesgo de vida y no tuvo el tratamiento médico necesario”.
La queja del Gobierno argentino responde a la muerte ocurrida el 7 de julio, cuando el docente salteño y jubilado Alejandro Benítez fue embestido por un camión en una curva entre la ruta que une Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba. El argentino se encontraba de viaje por Bolivia y se movilizaba en moto. Según sus allegados, le negaron atención médica y falleció.
De acuerdo a fuentes gubernamentales consultadas por LA NACION, la familia del argentino fallecido se comunicó con la consulado argentino en Cochabamba una vez que el mismo ya había fallecido, por lo cual no pudo tomarse intervención previamente.
En su queja al gobierno boliviano, la Cancillería advertirá que la negativa de atención médica incumplió el tratado internacional sobre Asitencia Médica firmado en 2019.
Los amigos que viajaban con él relataron que fue trasladado a una salita de emergencias gracias a una ambulancia que pasó de “casualidad” por el lugar del accidente. Pero una vez allí, el personal de salud le exigía que abone 1000 pesos bolivianos para ser atendido de urgencias y trasladado a un hospital de mayor complejidad.
“Se sintió cómo lo dejaron morir; no hicieron nada. Nos cobraron todo. Siento mucha impotencia porque mi amigo se podría haber salvado”, expresó Emanuel Suares Reynaga, uno de los acompañantes de Alejandro durante su viaje, en diálogo con Cadena 3.
Relató la negativa de la salita a aceptarles el dinero argentino pese a la gravedad de las heridas de su amigo. “Yo le decía que me diga dónde cambiar, porque no éramos de acá y me decía ‘en este pueblo no te van a cambiar tu plata”, narró, y agregó: “Le dije (al médico) que mi amigo estaba agonizando y me decía ‘’no, no, tu plata no sirve’.
Desesperado, Emanuel estaba dispuesto a entregar su moto y todas sus pertenencias para que atiendan a Alejandro. “Le dije que le dejaba toda mi plata, que agarre mi moto si quería, y recién ahí aflojaron, pero a eso ya había pasado una hora y media de que mi compañero estaba agonizando porque ellos no tenían medicamentos, no tenían nada, todo decían que le compremos”, relató.
El hecho terminó con la muerte del argentino en la salita. La familia debió reunir 1500 dólares para retirar su cuerpo, contratar a un médico legal, pagar el traslado, los insumos médicos y llegar a la Argentina.