El dólar Agro de Massa en fracaso estrepitoso que redunda en perjuicio del Banco Central de la República Argentina que está con reservas abajo
Pésimas políticas del GOBIERNO NACIONAL tiran reservas del BCRA
El dólar agro, la iniciativa que buscaba brindarle una luz de esperanza al Gobierno en su búsqueda de divisas para las reservas, no logra arrancar y enciende alarmas en el Palacio de Hacienda y en Casa Rosada. Los primeros resultados de este tercer esquema de incentivo exportador han sido preocupantes y no permitirían conseguir el «push» de dólares que se había planeado en el corto plazo.
En esta línea, las mayores dudas no residen en las dificultades operativas de los primeros días ni en las dudas regulatorias, sino en si a los productores les resultará actractivo el precio como para vender ahora o si, por el contrario, preferirán aferrarse a su cosecha escasa para esperar un momento más conveniente.
Por lo pronto, este martes el Banco Central tuvo un importante saldo negativo en el mercado de cambios: tuvo que vender 133 millones de dólares. Parte del saldo vendedor fue explicado a partir de que «se registraron pagos por importación de energía por unos u$s102 millones», precisó el analista de PR Corredores de Cambio, Gustavo Quintana.
En ese contexto, las liquidaciones del campo no mostraron dinamismo. El aporte del también denominado «dólar soja 3» fue de solo u$s54 millones. Se trata de un dato preocupante no solo por la escasa cifra, sino porque también implica que las liquidaciones por este canal se redujeron 32% con relación al pasado viernes (cuando habían sido de u$s79,7 millones).
De esta manera, las reservas brutas del Banco Central quedaron este martes a punto de perforar el piso de los u$s35.000 millones (cerraron en u$s35.078 millones), en medio de las fuertes ventas realizadas durante abril.
Las reservas netas, el verdadero respaldo de la autoridad monetaria, están casi en cero, si no se tiene en cuenta el oro, de acuerdo con estimaciones de especialistas.
¿Por qué no despega el dólar agro y cómo impactará en las reservas?
El economista Salvador Di Stefano explicó una serie de factores que pueden influir en el éxito o en el fracaso de la medida que habilita un tipo de cambio diferencial para productores agropecuarios.
En este sentido, aclaró: «El miércoles se conocerá la decisión de la Reserva Federal sobre las tasas de interés, todo haría pensar que la subirán al 5,25% anual. Si sube la tasa se aprecia el dólar, si ello ocurre es probable que caigan las materias primas, comenzando por el petróleo, que tiene una influencia significativa sobre las materias primas agrícolas de las cuales dependemos, como la soja y el maíz».
Y, directamente sobre el dólar agro, señaló: «No es el éxito que se esperaba. Si vendés la soja hoy te la pagan a $103.000 la tonelada. Sin embargo, podés conseguir un precio mayor si operás en el mercado de futuro». En otras palabras, agregó: «Vendé la posición noviembre de soja a u$s385 y, al mismo tiempo, el dólar futuro noviembre a $480. Con ambos valores construís un precio en pesos para la soja de $184.800, esto es una tasa un 79,6% más alto que el disponible y, si anualizamos la tasa, nos da un 157,0% anual».
El experto en finanzas, a su vez, recomendó a los productores esperar hasta noviembre para vender la soja. «Sin apresurarte, hacés un cheque de tu cuenta a $184.800 y lo descontás en el mercado, eso te deja algo así como $130.000 en mano. Si la soja y el dólar sube tendrás que reponer garantías. La vendés en noviembre, no la entregas hasta esa fecha para cerrar la operación sin variaciones negativas», mencionó.
Y concluyó: «Los que saben no entregan soja en el disponible y se llevan $103.000, le dan una vuelta financiera y se llevan mucho más dinero».
Es decir que a los productores no les conviene liquidar su mercancía con el valor actual que propone el programa lanzado por Massa. Mientras los dirigentes del campo esperan, las reservas parecen reducirse. Simultáneamente, crece el déficit y el Fondo Monetario Internacional no cede en su presión por cumplir las metas impuestas.
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