La ciudad de Laboulaye no sale de la conmoción por la muerte del adolescente de 14 años.
Luego de cuatro días de una intensa búsqueda en la ciudad cordobesa de Laboulaye, este domingo encontraron el cuerpo sin vida deJoaquín Sperani en una casa abandonada. Si bien su mejor amigo confesó que lo mató, todavía no están claras las circunstancias del hecho. Incluso, hay sospechas de que no actuó solo.
Lo que sí está claro es que lo mataron a sangre fría. De acuerdo al resultado de la autopsia que se conoció en las últimas horas, la causa de la muerte fue un traumatismo de cráneo tras recibir más de 10 golpes en la cabeza.
Leandro, el menor que aseguró ser el autor material, quedó alojado en un centro penal juvenil, donde será sometido a estudios de diagnóstico, psicosociales y ambientales. Por su edad, 13 años -un año menor que la víctima-, es inimputable.
De acuerdo al Régimen Penal de Menoridad, la edad de imputabilidad es a partir de los 16. Esto quiere decir que los menores de esa edad no pueden ser juzgados ni se les puede imponer una pena por cometer un delito, más allá de que lo hayan confesado, como en este caso.
Ahora, las dudas están centradas en la dinámica del hecho y eso es lo que la Justicia intentará determinar lo antes posible. ¿El chico actuó solo o hay más gente involucrada en este macabro asesinato?
Para Mariela Flores, la mamá de Joaquín, no hay dudas de que más personas participaron de la matanza y así lo hizo saber la noche del lunes, minutos antes de que comience una movilización en pedido de justicia por su hijo.
“Presiento que hay algo más, presiento que no fue solamente Leandro, debe haber más implicados. Quiero que se investigue”, dijo en diálogo con los medios, mientras estaba acompañada por su esposo y papá de Joaquín, Martín Sperani.
Las cámaras de seguridad, claves para atrapar al sospechoso
Desde el comienzo de la búsqueda, las miradas se posaron en Leandro y esto se debe a que las imágenes de las cámaras de seguridad que aportaron los vecinos lo captaron junto a Joaquín minutos antes de su desaparición.
Del lado derecho de la foto, con una campera negra y un morral, se puede ver a la víctima; mientras que del lado izquierdo, con un buzo azul, estaría quien habría llevado a cabo el brutal crimen.
Además, Leandro tenía el celular de Joaquín y en ningún momento pudo explicar qué hacía con ese teléfono. Incluso, hasta brindó datos falsos en medio de la investigación: decía que su amigo estaba desaparecido porque se había ido con otra familia.
De acuerdo a lo que contaron a TN personas del entorno del sospechoso, “Leandro no habla, no dice nada y parece mudo”. A su vez, agregaron: “Le preguntan cosas y sigue callado, como en estado de shock. Dicen que está amenazado por otros y por eso dio datos falsos y mintió”.
La desaparición de Joaquín Sperani
El adolescente comenzó a ser buscado desde la tarde del jueves 29, cuando llamativamente no asistió al colegio. La última vez que lo habían visto fue alrededor de las 15 y tenía el uniforme puesto.
La preceptora de su curso confirmó que no se encontraba en el aula cuando tomó asistencia y algo que sumó más confusión fue que su bicicleta estaba en el patio de la escuela. Sin embargo, sus compañeros no pudieron dar certezas sobre si lo habían visto ese día.
Las horas pasaban y Joaquín seguía sin aparecer, al mismo tiempo que tampoco se comunicaba con su madre. En medio de la desesperación, la mujer realizó una denuncia cuando ya era la noche del jueves.
El sábado 1º de julio, familiares y amigos del adolescente convocaron a una marcha y los asistentes caminaron por las distintas calles de la ciudad. Jamás imaginaron el desenlace que iba a tener esta historia poco tiempo después, cuando lo encontraron muerto en una casa abandonada.
La investigación sobre el caso recién está en su etapa inicial y aún queda mucho por determinar. Todavía la familia del sospechoso no se pronunció al respecto y se espera que pronto lo hagan para saber con exactitud qué fue lo que ocurrió.