El oficialismo cuenta días y votos para sostener a una jueza clave
El oficialismo cuenta días y cuenta senadores: en exactamente dos semanas, el 9 de agosto, la jueza Ana María Figueroa cumplirá 75 años y deberá jubilarse. Como anticipó TN, pese al último revés en el recinto, el oficialismo no abandona la intención de convocar a otra sesión antes de las PASO para tratar pliegos judiciales clave para el kirchnerismo. Las negociaciones y las presiones siguen, el Frente de Todos apuesta a la primera semana de agosto, pero hasta ahora sin garantías: hay tres senadores en la mira que podrían definir todo.
Figueroa es integrante de la Cámara de Casación y, entre otras cosas, es una de las juezas que debe resolver el sobreseimiento a Cristina Kirchner en la causa Hotesur-Los Sauces. La Constitución establece que los 75 años es el máximo de edad para ejercer como juez, a no ser que un acuerdo en el Congreso extienda sus funciones. La oposición denunció a la camarista ante el Consejo de la Magistratura por supuestamente proteger a la Vicepresidenta, a cambio de que el oficialismo apruebe su continuidad en el cargo.
El pasado 12 de julio, el oficialismo intentó aprobar su pliego, entre otros 70 pliegos judiciales, en una sesión, pero le fallaron al menos dos senadores, no alcanzó el quorum y sufrió un fuerte revés parlamentario. Luego, comenzó el “receso de invierno” en el Congreso. Ayer, el número de senadores presentes en la Cámara Alta se contaba con los dedos de una mano. Uno de ellos era José Mayans, jefe del Frente de Todos. Otro senador que se encontraba en Buenos Aires era el jujeño Guillermo Snopek, uno de los nombres que serán clave la semana que viene.
La fecha de cumpleaños de la jueza Figueroa no es la única que corre al oficialismo. El 13 de agosto son las PASO a nivel nacional. Los días previos a los comicios sería muy difícil garantizar la presencia de los senadores en la Ciudad de Buenos Aires. La primera semana de agosto también será complejo, pero no imposible.
Pero la fecha electoral es importante además porque, coinciden en oficialismo y oposición, el resultado dejará un panorama de los niveles de apoyo con los que cuenta cada sector y eso podría modificar el modo en el que se negocia en el Senado. Es decir: si el resultado fuera muy malo para Unión por la Patria, podría ser muy difícil para el oficialismo volver a conseguir quorum en el Senado, a no ser que sea para tratar proyectos de consenso. Cierto que un triunfo contundente de Massa podría generar el efecto inverso.
En la elección del 12 de julio, el oficialismo consiguió 34 de los 37 senadores necesarios para alcanzar el quorum y poder sesionar. Le fallaron tres senadores que no integran el Frente de Todos: Guillermo Snopek y Edgardo Kueider, que integran la bancada que rompió a principios de año con el oficialismo, Unidad Federal, y Alberto Weretilneck, de Juntos Somos Río Negro, que fue electo gobernador de la provincia patagónica y que estaba en el Senado, pero no bajó al recinto.
Snopek hoy es candidato a diputado nacional de Unión por la Patria en Jujuy. Pero el senador reclamaba que su lista fuera la única que acompañará la boleta presidencial de Sergio Massa en la provincia. Inmediatamente después de la sesión fallida, el frente oficialista no solo no cumplió su pedido, sino que, al contrario, le dio de baja su lista. Días más tarde, negociaciones de por medio, la Junta Electoral de Unión por la Patria resolvió reponerla.
En su entorno y en el bloque oficialista dan por hecho que acompañará, si el kirchnerismo logra convocar una la semana que viene. Como se dijo, al igual que Mayans, el senador jujeño estaba este martes en Buenos Aires y regresaba por la noche a su provincia.
El entrerriano Kueider nunca rechazó la posibilidad de colaborar con el quorum, pero dejó muy en claro sus condiciones: quiere que el oficialismo impulse su proyecto para reducir tarifas eléctricas a través de una baja impositiva. Esto es, darle dictamen en la comisión de Minería, Energía y Combustibles y llevarlo al recinto. Cerca suyo confirmaron que hay conversaciones. En el FdT anticipaban que podía haber una convocatoria a la comisión para la semana que viene. Hasta anoche, al menos no había sido formalizada.
El caso de Alberto Weretilneck es menos claro. El senador y su partido, que gobierna Río Negro, suelen ser aliados del oficialismo de turno. Ahora bien, en la última sesión, no bajo al recinto: no tenía planeado sumarse a la jugada oficialista si encima no alcanzaban el número para sesionar.
El gobernador electo se tomó esta semana de descanso con su familia y en su entorno avisaron que no estará en el Senado hasta agosto. Este fin de semana estará en Bariloche. Dos fuentes de su entorno daban pocas chances a su presencia en el recinto para una sesión de designación de jueces, pero el senador evitó dar una respuesta oficial. El Frente de Todos y Juntos por el Cambio lo contaban entre los que acompañarían.
Estos tres senadores tendrían la llave de la posible última sesión antes de las PASO. Pero esa premisa se sostiene en el hecho de que el oficialismo tiene los números justos. Es decir, cualquier ausencia, un vuelo cancelado, un “resfrío” o algún compromiso de última hora también podrían hacer caer una sesión. La última vez el oficialismo se aseguró la presencia de los 31 senadores propios y de tres aliados recurrentes. Deberá volver hacerlo a 10 días de las elecciones nacionales.