¿El comienzo del fin de Milei? El pacto de mayo tiene relación directa con todo el plan libertario, pero, se iba a aplazar, ahora metería a Cristina
El presidente Javier Milei ha generado controversia al considerar la posibilidad de invitar a los exmandatarios Cristina Kirchner y Mauricio Macri para que formen parte del Pacto de Mayo. Este evento está previsto para desarrollarse en la provincia de Córdoba, aunque el Gobierno reconoció que podría postergarse hasta el 20 de junio.
En una entrevista, Milei enfatizó que su enfoque se basa en las ideas y no en las personas. “Nosotros no pensamos con la lógica electoral. Nosotros pensamos en la lógica de las ideas”, afirmó el presidente. Esta postura refleja su visión de priorizar los principios y propuestas por encima de las figuras políticas.
La decisión de invitar a estos exjefes de Estado “estará sujeta a discusión”, dejando abierta la puerta para futuras deliberaciones. Además, Milei hizo referencia a Isabel Perón, quien reside en España, señalando que «el peronismo tiene esas cosas, de momento las sacan y de momento las ocultan».
La eventual candidatura de Karina Milei para las elecciones de 2025 también ha sido objeto de conjeturas, y el presidente respondió ante la consulta: «Ella está teniendo un rol muy destacado. Es una de las partes del triángulo de hierro, pero la veo más motivada en trabajar y en armar esa estructura, que le podamos dejar al país las bases para que sea una potencia mundial».
En un contexto político complejo, la invitación a figuras como Cristina Kirchner y Mauricio Macri podría generar debates y tensiones.
Sin embargo, la lógica de las ideas y la búsqueda de soluciones para el país deberían prevalecer en cualquier discusión. Esperemos que el Pacto de Mayo sea un espacio constructivo para el diálogo y la reflexión sobre el futuro de Argentina
El pacto de Mayo de Milei que recuerda al pacto de De La Rua con Gobernadores peronistas
ARCHIVO DE PÁGINA 12, AÑO 2001
Fernando de la Rúa logró lo que necesitaba con urgencia: la foto con los gobernadores del justicialismo firmando el acuerdo para alcanzar el déficit cero. No fue precisamente lo que se dice una fiesta, pero esto no evitó que cada sector se autoproclamara el vencedor de la extensa negociación previa. Para el Presidente, el acto era más que suficiente porque mostraba a los mercados una especie de comunión política en pos del ajuste. Los mandatarios de la oposición, por su parte, se jactaban de haber conseguido que la Nación les reconociera la deuda que mantiene con las provincias y de haber firmado un pacto diferente al que pretendía el oficialismo.
La firma fue un acto administrativo. El Gobierno insistió en llamarlo “Pacto por la Independencia”, aunque el texto era en verdad el “Apoyo Institucional para la Gobernabilidad de la República Argentina” redactado por los gobernadores justicialistas. No hubo demostraciones de efusividad de ninguna de las partes. Y sirvió para dejar en claro el distanciamiento que se produjo entre los peronistas y el ministro Domingo Cavallo, quien no participó del encuentro previo y se sentó en una segunda fila durante el acto.
El único orador fue el Presidente, quien agradeció a los gobernadores el “realismo y la valentía” de acompañarlo en estos momentos críticos. Aseguró, además, que el acuerdo rubricado generará la “confianza de los mercados y mostrará la solidez de nuestra economía”.
Cuando todo terminó, los peronistas buscaron la salida más rápida. Querían eludir el intento del vocero del Gobierno, Juan Pablo Baylac, por realizar una conferencia de prensa. Esto no evitó que el santacruceño Néstor Kirchner, el cordobés José Manuel De la Sota y el santafesino Carlos Reutemann explicaran a los periodistas que el documento no significaba un “aval” a los recortes de salarios estatales y jubilaciones dispuestos por el gobierno nacional. Es más, se preocuparon por aclarar que no tomarán medidas similares en sus provincias para alcanzar el tan preciado déficit cero. De paso, aprovecharon para remarcar que la Nación reconoció las deudas que mantiene con sus distritos. Palabras más, palabras menos, fueron los mismos argumentos que minutos antes le habían repetido al Presidente.
Pero no todos los gobernadores tienen las mismas chances que estos tres. Más de uno reconoció en estricto off the record que una vez que regrese a sus provincias tendrá que ponerse a trabajar para realizar un ajuste distinto al del Gobierno. “No hay otra salida para no bajar sueldos.”
El acto tuvo dos momentos bien diferenciados. La firma en sí misma y la reunión previa. Sobre esta última, los peronistas coincidieron en definir al encuentro como frío y aburrido. Sobre todo cuando participó el Presidente. Antes, mientras esperaban el arribo tardío de Reutemann y del puntano Adolfo Rodríguez Saa, hubo momentos de distensión que ayudaron a olvidar que el café que les sirvieron estaba frío.
El jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, recibía a los gobernadores con una sonrisa de oreja a oreja junto al secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, y Baylac. A cada uno le reiteraba lo bueno que le parecía el acuerdo alcanzado y repetía, casi como una muletilla: “Es mucho más de lo que esperábamos”. El buen humor del funcionario contagió a todos. Mucho más después de que les confirmó que ya habían comenzado a girar parte de los fondos adeudados.
Uno de los más risueños fue Carlos Ruckauf, quien no perdió la oportunidad de recordar con ironía sus fuertes cruces con Cavallo. Kirchner, quien mantiene una (no siempre) sorda disputa con el bonaerense, aprovechó la oportunidad para chicanearlo: “Me extraña de que te quejes tanto de quien querías que sea tu aliado”. Ruckauf no respondió. Luego, otro gobernador, preguntó sobre si el ministro de Economía, obligadamente ausente, continuaba tomando el tranquilizante que le recetaron tras la accidentada boda de su hija. Esto provocó risas entre los peronistas y obligados rostros serios entre los funcionarios.
Similar actitud tomaron cuando De la Sota le preguntó si era cierto que el gobernado de San Juan, Alfredo Avelín, le había dicho a Cavallo que era una cachafaz: “Es una palabra de la época de mis abuelos. Me parece que mi colega sanjuanino va a tener que actualizar el discurso”. Inmediatamente llegó el momento de las reivindicaciones personales. Ruckauf insistió en la imposibilidad de negociar con alguien que “se desequilibra”, en obvia alusión a Cavallo, para luego destacar que “este acuerdo se logró gracias a vos, Chrystian”. Mientras el resto de los gobernadores asentían, Colombo aprovechó para decir que “ustedes saben que todo los que prometí les cumplí. Y cuando no lo pude, di la cara para explicarlo”.