El presidente Milei adelantó que el Banco Central utilizaría los dólares por liquidación de exportaciones para «intervenir» y venderlos en los mercados cambiarios paralelos, con el objetivo de reducir la brecha entre el dólar oficial y el dólar blue.
Esto fue posteriormente confirmado por el ministro Caputo, quien detalló que esta medida busca estabilizar el tipo de cambio y limitar la volatilidad en el mercado informal.
La reacción de los mercados fue mixta. Inicialmente, el dólar blue bajó ligeramente ante la expectativa de una mayor oferta de divisas. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre la efectividad y sostenibilidad a largo plazo de esta intervención.
Analistas advierten que, si bien la medida puede tener un efecto a corto plazo, no ataca las causas estructurales que generan la brecha cambiaria, como la escasez de dólares y la desconfianza en la economía.
Algunos incluso temen que esta intervención puntual pueda generar distorsiones adicionales y postergue reformas más profundas que el gobierno deberá encarar para estabilizar el mercado cambiario.
En pocas palabras, la reacción inicial de los mercados fue moderada, a la espera de ver cómo se implementa y sostiene en el tiempo esta nueva estrategia del gobierno para intentar reducir la brecha del dólar.