Bajo rating en el anuncio del domingo, ajuste contra las provincias en 60 mil millones de pesos y proyecta inflación en 18%
El reciente anuncio del presidente Javier Milei sobre el drástico ajuste fiscal de $60.000 millones exigidos a las provincias suscita serias inquietudes sobre la viabilidad y el impacto de estas medidas.
Presupuesto 2025 by Andrés Zarzuelo
La imposición de un recorte tan significativo desde el gobierno nacional no solo ignora las realidades y necesidades específicas de cada provincia, sino que también amenaza con afectar severamente servicios esenciales como salud, educación e infraestructura.
Esta propuesta parece contradecir los principios federales, limitando la autonomía fiscal de las provincias y concentrando aún más el poder en el gobierno central. En un contexto de alta inflación y recesión, un ajuste tan severo podría exacerbar la crisis económica, en consecuencia poner en peligro la social, en lugar de resolverla, poniendo en riesgo el bienestar de los ciudadanos más vulnerables.
La retórica utilizada por el presidente, con frases como «despertar leones» y advertencias a los gobernadores, fomenta un clima de confrontación, como lo hizo con el presidente del bloque opositor en diputados -Germán Martínez-.
Las proyecciones económicas presentadas, que incluyen un crecimiento del 5% y una inflación del 18,3% para el próximo año, parecen excesivamente optimistas dado el contexto actual. Esto pone en duda la credibilidad del plan económico en su conjunto y plantea preocupaciones sobre la viabilidad de alcanzar los objetivos propuestos.
Además, el enfoque exclusivo en el recorte del gasto público no aborda la necesidad de un plan integral de desarrollo económico que fomente el crecimiento sostenible y la creación de empleo. Existe el riesgo de que una reducción tan drástica del gasto público pueda llevar a una contracción económica que, paradójicamente, reduzca la recaudación fiscal, complicando aún más el objetivo de equilibrio fiscal.
Este enfoque unilateral y draconiano podría tener consecuencias no deseadas y generar más problemas de los que ya existen, como lo son el cierre de empresas y la economía estancada en la MISERIA. Pero sería un sueño que Milei busque soluciones que no comprometan el bienestar de los ciudadanos o el desarrollo, cuando destroza empresas con aumentos de impuestos y combustibles, dejando lejos a los JUBILADOS, con los que se encarnizó.