Algunos gobernadores confunden los votos electorales con la licencia social para dinamitar cerros y destruir acuíferos.
El pueblo de Famatina en su conjunto interrumpe desde el primero de año los transportes de las mineras rechazando el convenio firmado por el gobernador. Fuerzas especiales de seguridad, provenientes de la capital riojana, rodean a los manifestantes que cuentan con el apoyo de todo un pueblo y de las autoridades locales y eclesiásticas. La orden de reprimir será un riesgo político que habrá de asumir el gobierno provincial. Los hechos pueden salpicar al gobierno nacional que apaña una política extractiva devastadora.
El levantamiento popular impidiendo el tránsito de los transportes mineros es de tal magnitud que los asambleístas reunidos en Alto Carrizal ven rotar a los casi 6.400 habitantes con que cuenta el pueblo al pie de los Nevados del Famatina. En la actualidad, los vehículos, con o sin insumos mineros de la empresa Osisko Mining Corporation, son interrumpidos por los activistas a escasos dos kilómetros del histórico corte de Peña Negra, que desde el año 2006 mantuvieran en plena actividad los autoconvocados contra la explotación a cielo abierto que pretende la minera Barrick Gold. Desde el primer día de este año, cientos de famatinenses se concentran cerca de la llamada Casona Pérez Méndez, en Alto Carrizal, lo que les permite contar con comunicación celular, ciertas comodidades, asistencia rápida y mejores posibilidades de permanencia.
En el corte de ruta no falta nadie, desde el intendente Ismael Bordagaray hasta el párroco Omar Quintero, quien ha declarado que “las campanas de la iglesia seguirán sonando con la ayuda de Dios”. La autoconvocatoria es absoluta, tratándose del pueblo origen del actual gobernador Luis Beder Herrera. La policía local no puede intervenir al ver a sus propios familiares firmemente involucrados en la protesta, razón por la cual el gobernador recurrió a fuerzas especiales provenientes de la capital de La Rioja que en estos momentos rodean a los pobladores.
La situación que se vive es de enorme intensidad y preocupa porque los hechos ocurridos en la Andalgalá, se asemejan. En la ciudad catamarqueña (15 y 16 de febrero de 2010) más de sesenta heridos fueron tratados en el hospital y los destrozos generados por la refriega fueron de consideración. La resistencia que ofrece ahora Famatina también es titánica, por lo que se intuye una situación similar en caso de que el gobernador riojano se empeñe en desalojarlos. Mientras escribimos esta circular, en la puesta de sol del día 6 de enero en Alto Carrizal, hay unos 150 pobladores en pleno corte de ruta, algunos descansando bajo los árboles y otros refrescándose en el río Amarillo, que precisamente baja del Famatina con la pigmentación ocre de la mina La Mejicana, que hace más de cien años había explotado el oro de los emblemáticos “Nevados”. Esta noche los asambleístas reforzarán su presencia en el corte y para mañana se espera el mismo caudal de activismo -prácticamente el pueblo en su conjunto- obligando con la masiva participación a que Beder Herrera acepte la decisión de un pueblo y se retorne al amparo de una legislación que impedía este tipo de actividad extractiva, las mismas leyes que él mismo impulsó para acceder al ejecutivo provincial.
Los asambleístas insisten en rechazar el convenio firmado por el gobernador con la minera Osisko Mining Corporation avisándole de este modo de que no gozarán de la licencia social necesaria para operar con este tipo de minería. Algunos gobernadores confunden los votos electorales con la licencia social para dinamitar cerros y destruir acuíferos.
La Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC) propuso en sus últimas asambleas, mantener en estado de alerta a todos los colectivos del país que en los últimos años se organizaron contra la megaminería hidroquímica a cielo abierto y las asambleas de Famatina, Chilecito y demás pueblos de La Rioja, forman parte de ese movimiento social.
HOY ESTAMOS TODOS PENDIENTES DE FAMATINA. SI A LA VIDA. NO A LA MINERÍA DESTRUCTIVA Y CONTAMINANTE. NI UN PASO ATRÁS. ¡NO ES NO!
UAC – UNIÓN DE ASAMBLEAS CIUDADANAS