A fines de abril de 1982, los británicos retomaron las Georgias. El entonces canciller norteamericano analizó revelar la maniobra a la dictadura de Galtieri para mostrar a su país como un jugador neutral.
Más de 30 años después de finalizada la Guerra de Malvinas, la desclasificación de archivos sigue revelando sorpresas. Según uno de los documentos que hoy hizo públicos el gobierno británico, Estados Unidos estuvo a punto de anticipar a la Argentina una estratégica maniobra militar británica para mostrar que era neutral en el conflicto bélico y presentarse como un tercero imparcial en una eventual negociación.
La propuesta, según informó hoy el diario británico The Telegraph, había sido esbozada por el entonces secretario de Estado Norteamericano, Alexander Haigh, quien pretendía informarle a la junta militar que encabezaba Leopoldo Galtieri que, pasada la mitad de abril de 1982, los británicos se disponían a atacar y recuperar el control de las islas Georgias del Sur.
Una de las preocupaciones norteamericanas en el conflicto era que su relación con Gran Bretaña complicara el vínculo con América Latina. Por eso, y para actuar como tercero imparcial en las negociaciones que eventualmente pudieran realizarse al terminar la guerra, le interesaba mostrarse como un jugador neutral.
Pero el aviso podría haber tenido un efecto devastador en la estrategia militar británica y el entonces embajador inglés en Washington, Nicholas Henderson, a quien el propio Haigh le había comentado su idea, pidió garantías de que no se diera esa información a la dictadura argentina, según el cable desclasificado.
En el mensaje, Henderson explicaba que Haigh planeaba decir que Estados Unidos sabía de la maniobra británica por sus propias fuentes de inteligencia y que daría el aviso a la Argentina lo suficientemente tarde como para que no implicara una amenaza militar a las tropas inglesas. Pero, según el Telegraph, cualquier aviso habría sido desastroso para Gran bretaña, que, entre otras cosas, no estaba al tanto de la presencia en esa zona del submarino Santa Fe.
El embajador también escribió que rechazó contundentemente la propuesta. «Sería tomada extremadamente mal en Londres porque va mucho más allá de lo que requiere una negociación neutral (…) Los argentinos podrían usar esa información de inteligencia a su favor contra nuestras fuerzas», expresó Henderson. «Dije que debía insistir más allá de cualquier duda en que ellos no darían aviso a los argentinos. Y Haigh me aseguró plenamente» que así sería, añadió. De todos modos, según el Telegraph, el canciller Francis Pym le pidió por las dudas al diplomático que fuera impreciso sobre el momento de la operación en las Goergias, y que fundara esa vaguedad en las condiciones climáticas del Atlántico Sur.
CLARÍN