POR NATASHA NIEBIESKIKWIAT – NICOLÁS WIÑAZKI/clarín
Ayer la estación en las islas Orcadas no pudo ser abastecida por aire luego de una fallida llegada de un buque
La carta de un guardaparques antártico, las redes sociales y la tardía y zigzagueante campaña antártica argentina, alertaron el último fin de semana sobre la situación de las 17 personas asignadas en las Órcadas, donde se levanta una de las bases argentinas más importantes de la Antártida. Fuentes vinculadas a la dotación afirmaban entre viernes y domingo que la situación es la de una “emergencia no declarada”, con víveres, insumos, y combustibles tan escasos que hasta tienen que recurrir a barcos de turistas. Fuentes militares negaron ayer a Clarín que la situación sean crítica, aunque reconocieron la existencia de una “demora en el abastecimiento”.
“Ya hace varios meses que venimos con problemas logísticos, comida y medicamentos vencidos, teóricamente la campaña tendría que haber terminado ya hace varias semanas y seguimos en Orcadas”, denunció Mariano Ignacio Spisso, guardaparque de las Orcadas con base en la isla Laurie. Partes del texto de su larga carta fueron publicadas en medios de su natal ciudad de La Plata.
Las fuentes oficiales que la base no pudo ser abastecida porque la polémica embarcación que está realizando la campaña antártica, el buque holandés Timca, se topó con un bloque de hielo cerca de la península antártica donde se encuentran las Órcadas. Afirmaron que el avión Hércules que arrojará dos toneladas de carga cuando pueda tuvocuatro intentos fallidos “por los vientos”, y se cree que podría concretarlo el jueves. Con todo, de haber entrado el Timca a la península, tampoco podría haber abastecido a la misma porque el helicóptero ruso que debería hacerlo tiene roto un motor. Con el barco bloqueado por los hielos, sólo un Hércules podría llegar allí, como lo hace con la base de Marambio.
Sin embargo, de lo que pudo saber Clarín con diferentes fuentes incluso militares, cuya identidad se preserva, la campaña antártica no sólo está demorada, sino que tuvo importantes traspiés y está opacada por denuncias de dudosa administración, pese a que desde el ministerio de Defensa, diversos comunicados intentaron mostrar “normalidad” en el desarrollo de la misma.
De hecho, documentos a lo que accedió este diario, como las impugnaciones de las empresas que fueron desplazadas de las licitaciones que terminaron otorgándole a Timca la campaña de este año, muestra incluso que las demoras le podrían costar al Estado casi 300 mil dólares más, puesto que el contrato con el buque ya terminó y ahora cada día excedente de buque cuesta U$S 69.500 diarios más U$S 9.800 por cada hora de vuelo.
Con el Irizar sometido a una larga reparación, desde su incendio en 2007 que inexplicablemente podría demorarse dos años más, los responsables de la accidentada campaña actual van desde Puricelli al director de la Agencia Logística para la Defensa, Carlos Lugones; el comandante y el subcomandante operacional del Estado Mayor Conjunto, Comodoro Trisano y contralmirante González Lonzieme. Y también los integrantes de la Comisión Evaluadora, señalaron las fuentes.