La organización muestra su satisfacción y anuncia que continuará su presión para conseguir la liberación de Amina Sbui
MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) –
Un tribunal tunecino ha ordenado este miércoles la liberación de las tres activistas europeas de la organización feminista FEMEN condenadas a cuatro meses de cárcel por «ofensas a la moral» y «desórdenes públicos» tras manifestarse en ‘top less’ para solicitar la liberación de la activista tunecina Amina Sbui (conocida por el pseudónimo Amina Tyler).
Las francesas Pauline Hillier y Marguerite Stern y la alemana Josephine Markmann fueron detenidas el 29 de mayo mientras protestaban ante el Palacio de Justicia en contra la detención de Sbui, quien fue la primera tunecina en aparecer semidesnuda en Internet en el marco de una campaña impulsada por la organización feminista.
«El tribunal ha sentenciado a las tres activistas a una pena suspendida de cuatro meses de cárcel (…) Tendrán que abandonar el país lo antes posible», ha dicho Suhaib Bahri, uno de los abogados de la defensa, según ha recogido la agencia británica de noticias Reuters.
El grupo ha mostrado su satisfacción con la decisión a través de un comunicado en el que ha indicado que su presión «ha vencido a los islamistas». «Nuestros pechos han sido más fuertes que sus piedras», ha agregado.
Sin embargo, ha recordado que Sbui sigue encarcelada. «Es muy pronto para relajarse. Nuestra activista Amina sigue en la cárcel. Solo nuestra presión sobre las autoridades tunecinas podrá liberarla», ha manifestado FEMEN.
Las autoridades la detuvieron el 19 de mayo después de hacer una pintada en el muro de un cementerio. Sbui ha sido multada por el momento con 300 dinares (alrededor de 140 euros) por poseer en el momento de su detención un espray pimienta que las autoridades presentaron como un «objeto incendiario», aunque tiene pendientes otros cargos. El juicio se celebra en la localidad de Kairuán y permanece bajo secreto de sumario.
Por el momento no hay declaraciones de las activistas ni se han publicado transcripciones del proceso, si bien Reuters ha recogido Hillier habría dado muestras de arrepentimiento por su acción de protesta.
«No creí que fuera a conmocionar a los tunecinos hasta este punto. Nunca volveré a hacerlo. Queremos volver a nuestro país con nuestras personas queridas», ha dicho.
En este sentido, FEMEN ha denunciado que sospecha que las detenidas fueron sometidas a «una presión psicológica sin precedentes» en base a «el cambio drástico en la retórica empleada por las activistas durante la vista».
«Solo una persona muy ingenua pensaría que el régimen islámico (en referencia a Túnez), bajo la presión pública, liberaría sin condiciones a las activistas sin intentar forzarlas a mostrar arrepentimiento», ha dicho.
«Todo lo que digan hoy –por el miércoles– las chicas estará basado en el miedo. La verdad sobre su periodo en cautividad será conocida cuando estén en territorio seguro», ha remachado la organización.
Desde la caída del Gobierno de Zine el Abidine ben Alí se ha registrado un resurgimiento de movimientos islamistas de corte radical, que abogan por una interpretación estricta de la ‘sharia’ y que han azuzado y protagonizado ataques contra personalidades laicistas e izquierdistas del país, así como contra edificios y símbolos de otras religiones.
Uno de los principales caballos de batalla de las fuerzas reformistas del país, que encabezaron las manifestaciones contra Ben Alí pero que no consiguieron imponerse en las elecciones debido al respaldo con el que cuentan las formaciones islamistas en los núcleos rurales, es el impulso de los derechos de la mujer y de las libertades civiles.
FEMEN
La polémica en torno a FEMEN y a sus actos no es nueva, ya que sus protestas han desencadenado múltiples reacciones encontradas en los últimos años. El grupo, fundado en 2008, se hizo conocido por sus actos de protesta en ‘top less’ contra el turismo sexual en Ucrania, las instituciones religiosas, las agencias de matrimonio internacionales y el sexismo, entre otros temas.
El mayor escándalo estuvo protagonizado por la cofundadora del grupo, Inna Shevchenko, quien derrumbó una cruz ortodoxa en Kiev erigida como monumento a los católicos del Este que fueron víctimas de la persecución soviética como gesto de protesta por la condena contra tres miembros de el grupo femenino de punk ruso Pussy Riot.
FEMEN se define como «una organización de mujeres activistas en ‘top less’ que defienden su igualdad sexual y social en el mundo». «FEMEN es el fundador de una nueva ola de feminismo del tercer milenio y tiene seguidores en todo el mundo», apunta en su página web.
CRÍTICAS A FEMEN
Sin embargo, FEMEN se ha encontrado con críticas no solo por parte de los sectores islamistas del país, ya que algunas activistas feministas no ven con buenos ojos sus métodos de protesta y sus objetivos.
Así, activistas feministas musulmanas convocaron en abril un evento para mostrar su oposición y «demostrar a FEMEN y a sus seguidoras que sus acciones son contraproducentes».
Poco después, decenas de mujeres enviaron fotografías suyas oponiéndose a FEMEN con mensajes como ‘Estoy orgullosa de ser musulmana, no necesito ‘liberarme’ y no quiero ser usada para reforzar el imperialismo occidental. No me representáis’, o ‘No necesitamos que mujeres blancas no musulmanas salven a mujeres musulmanas de los hombres musulmanes’.
Otros mensajes fueron ‘Soy feminista de herencia musulmana, creo en el derecho de la mujer a elegir y no necesito estados patriarcales o feministas eurocéntricas para decirme lo que debo o no debo llevar’ o ‘Soy feminista musulmana. FEMEN no habla en nombre de las musulmanas ni las feministas’.