partir de la medida de fuerza implementada por la policía de la ciudad de Córdoba -que fue levantada el miércoles-, efectivos de seguridad de otras provincias se plegaron a las protestas. En estos momentos hay paro de agentes en Neuquén y Río Negro, mientras que en La Rioja los trabajadores aceptaron la propuesta del gobierno provincial y depusieron sus acciones.
Policías de Neuquén iniciaron un «paro por tiempo indeterminado» en demanda de un salario mínimo de 12 mil pesos, mientras que familiares de los efectivos entraron a la Jefatura en la capital y marcharon en la ciudad. No obstante, la provincia aseguró que «está garantizada» la seguridad. La medida fue dispuesta por los efectivos tras el fracaso de negociaciones con el gobierno provincial, que aseguró estar «dispuesto a descomprimir» el conflicto.
Los familiares de los efectivos ingresaron a la sede de la Jefatura en la capital provincial mientras se realiza una reunión entre el ministro de Coordinación de Gabinete, Seguridad y Trabajo, Gabriel Gastaminza, el subsecretario de Seguridad, Gustavo Pereyra, y personal de la fuerza retirado y en actividad.
Los efectivos presentaron un petitorio y reclamaron un salario básico de 12 mil pesos. Desde el jueves a las 19, uniformados retirados y familiares de policías cortan la calle Riccheri frente a los portones de la Jefatura de la Policía neuquina en reclamo de mejoras salariales.
En la protesta, según informaron medios locales, también participaban representantes de la Asociación de Subalternos de la Policía (Asubpol). En la ciudad neuquina Junín de los Andes, en tanto, policías retirados y esposas de agentes en actividad realizaron una manifestación en la puerta de la comisaría 25.
Mientras que en Río Negro, un grupo de policías en actividad y retirados, junto con sus familiares,tomó la Jefatura por tiempo indeterminado, de acuerdo al diario Río Negro. Todo sucedió después de que fracasaran las negociaciones con el Ejecutivo provincial.
A pesar de todo, desde el gobierno aseguran que «se está cumpliendo en un 100% el servicio de seguridad y que son 150 policías de 6.300 los que están protestando en la vieja Jefatura, más 250 personas entre retirados y familiares».
Más temprano se produjo una reunión entre el ministro de Coordinación, Gabinete, Seguridad y Trabajo, Gabriel Gastaminza; el subsecretario de Seguridad, Gustavo Pereyra; y una parte del personal de la fuerza que reclama, de acuerdo al petitorio, un sueldo básico de 12.000 pesos.Después de que fracasaran las negociaciones, los manifestantes y sus familiares protestaron afuera de la Jefatura.
La situación es muy diferente en La Rioja, ya que la policía provincial aceptó un aumento salarial y levantó la protesta, después de una noche con robos y detenidos. El gobernador Luis Beder Herrera, por su parte, cuestionó a la cúpula policial por tratar de autoacuartelarse, y advirtió que los agentes gordos «no van a ascender más».
El gobierno provincial evitó que el conflicto pasara a mayores, al acordar con los policías una suba de haberes a pagarse en tres cuotas, tras una rápida negociación y la promesa de no aplicar sanciones ni medidas disciplinarias. En tanto, Beder Herrera no descartó cambios en la cúpula policial, al cuestionarla porque «no supo contener a la gente» que motorizó el reclamo salarial.
«Los policías tienen una escala de jerarquía bien marcada, no van a venir a reclamarme a mí, tienen que ir las autoridades a verlos a las comisarías», aclaró. El mandatario insistió en advertir que «los policías gordos, que andan con las panzas así, no van a ascender más. Voy a sacar un decreto sobre eso. Ahora van a saber», remarcó.
En la noche del jueves, un grupo de 200 efectivos policiales se autoconvocó en la plaza principal de la capital provincial para reclamar aumentos salariales y amenazó con autoacuartelarse.
tn