El dólar blue cedió 2 centavos, a $ 14,68, promedio. La semana pasada la paridad bajó 25 centavos. Con toda la presión que metió la Administración Cristina, en 10 días no lo pudo bajar 30 centravos… ¿de qué estamos hablando?
Agitar a fiscales y fuerzas de seguridad en la City no es una política cambiaria. En verdad, la Administración Cristina carece de una política cambiaria: durante años mantuvo a Guillermo Moreno como el eje de su estrategia contra la suba del dólar, y ahora apuesta al impacto del combo que arman los fiscales de Procelac (Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos, los talibanes de Cristina, en teoría) y las fuerzas de seguridad.
Cualquiera puede anticipar el final si es lo único que tiene la Administración Cristina. Para articular una política cambiaria lo primero que se precisan son dólares estadounidenses. Y todavía no los encuentran los gerentes de la Presidenta de la Nación.
La liquidación de divisas de la exportación de granos alcanzó en la última semana los US$266,4 millones, cifra 23,31% inferior a la registrada en el mismo período del año pasado. Los productores se aferran a retener el producto que no precisan vender.
Así, en lo que va del año la liquidación de divisas acumuló US$19.491,92 millones, una baja de 3,85% en comparación con lo registrado en los primeros 9 meses de 2013.
Un dato: en Chicago la soja volvió a cerrar en baja. La soja disponible quedó en US$ 269,5 la tonelada, mientras la posición Mayo15 cerró a US$ 241 por el mismo volumen.
En tanto, las reservas del BCRA aumentaron apenas US$ 2 millones para alcanzar los US$27.303 millones.
En la noche del lunes 20/10, Alejandro Vanoli y Axel Kicillof ensayaron los mismos pasos que daban Mercedes Marcó del Pont y Hernán Lorenzino o Amado Boudou: pedirle a las agroexportadoras que preliquiden ventas de granos. Después de haber agitado la tensión contra los productores y sus silobolsas y de haber insistido con una empresa estatal comercializadora de cereales, comprendieron que era locuras gubernamentales. Y han regresado al inicio: el anticipo de exportaciones, y aún así tienen dificultades para conseguir el apoyo de todos los protagonistas del negocio porque en sus casas matrices les recuerdan que hay devoluciones de impuestos y otros incumplimientos argentinos.
El Instituto de Estudios sobre la República Argentina y Latinoamérica (Ieral), de la Fundación Mediterránea, sostiene que, a precios constantes, el productor de soja recibe un precio 36% inferior al que obtuvo en promedio en los últimos 12 años. En esa ventana de tiempo, las cotizaciones externas de la oleaginosa también retrocedieron, admite el centro de estudios, pero al 12%,
El Ieral indica que el productor agrícola recibió este mes $ 2.200 por tonelada de soja vendida en el mercado de Rosario. Es el valor más bajo en los últimos 153 meses: desde enero de 2002, en la salida de la convertibilidad hasta septiembre último, los precios que recibía el productor estaban por encima del actual.
Es evidente que no es un problema sólo de liquidación de exportaciones sino también de precio. Y Kicillof-Vanoli no tienen ni idea de cómo resolverlo. ¿Cómo el mercado no va a creer que más temprano que tarde tendrán que visitar a los holdouts y pedirles disculpas?
Actualizando los precios a moneda constante, en 2012/13 se pagó en Rosario un promedio $ 3.439 por tonelada, con máximos que llegaron a $ 5.112 por tonelada en febrero de 2008 y el mínimo de $ 2.445 en enero de 2002. Pero ahora, cada vez que un productor de soja lleva un camión a Rosario, recibe un 36% menos que lo que ha recibido en promedio en los últimos 12 años.
Para colmo, el ajuste de precios es mayor en la Argentina al del mercado mundial a causa del tipo de cambio atrasado y la presión tributaria récord sobre el sector agrícola (35% de derechos de exportación sobre la soja).
Según datos oficiales al 01/10, los productores aún tienen en su poder unas 21 millones de toneladas de soja de un total de 55 millones de toneladas producidas en la campaña 2014.
En cuanto a la apuesta que emitiendo un bono para que las aseguradoras vendan sus tenencias de bonos que precisan para mantener aplacado el dólar contado con liquidación, que sostiene al dólar blue, en teoría, no ha prosperado lo suficiente aún en su impacto porque la operatoria aún no comenzó.
La Administración Cristina insiste en que tiene lo suficiente para mantener su decisión de mantenerse sin holdouts hasta fin de mandato.
El mercado apuesta a que en enero la Administración Cristina tendrá que darse por vencida e ir a pactar con los holdouts. ¿Por qué en enero? Bueno, hablan de la cláusula RUFO, una tontería ya que existiendo un fallo judicial no hay cláusula RUFO que exista. Por lo tanto, es una excusa: pasado un tiempo prudencial (3 o 4 meses), la Administración Cristina no logrará resolver el problema y tendrá que ejecutar un plan B: esa es la especulación verdadera.
Los economistas creen que la escasez de dólares se profundizará por el deterioro del superávit comercial, con la soja en caída, y la ausencia de financiamiento externo a tasas razonables. En un año 2015 con fuertes vencimientos de deuda (se deben cancelar US$6.500 millones del Boden 2015) y reservas en baja, es probable un acuerdo con los holdouts.
La verdad consiste en que la Administración Cristina no sabe aún qué hará. En esta cuestión de todos los días improvisar, la única realidad es que seguirán agitando a los fiscales de Procelac y enviando fuerzas de seguridad a patrullar.