La misteriosa desaparición del legajo societario de The Old Fund dentro de la Inspección General de Justicia (IGJ) en pleno estallido del caso Ciccone es un dolor de cabeza permanente para el Gobierno. Ahora, la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) reveló las múltiples fallas que detectó en el sumario que abrió ese organismo para determinar cómo ocurrió el robo o extravío, pero que terminó por reflejar los esfuerzos oficiales por tapar todo.
«Deberá volver a reconstruirse el legajo, ya que la reconstrucción no se ha realizado correctamente, según informes que surgen del propio sumario», alertó la Fiscalía, que indicó que el legajo «tendría que tener 22 hojas, mientras que el trámite por el que se tiene por reconstruido cuenta sólo de tres hojas», remarcó uno de los fiscales que integran la FIA, Ricardo Renom, y analizó las actuaciones.
Las objeciones de Renom constan en un informe de la Fiscalía, el órgano de la Procuración que por ley debe investigar actos de corrupción y las irregularidades cometidas por el personal de la administración pública, cuya copia obtuvo LA NACIÓN.
El informe aparece fechado el 19 de noviembre pasado, pero sólo se conoció ahora y de manera fortuita, anexado a un expediente que, a su vez, obtuvo la Justicia durante su investigación sobre la IGJ, el organismo que debe controlar a las sociedades locales o extranjeras, asociaciones y fundaciones que se registran en la ciudad de Buenos Aires, pero que dependen del Ministerio de Justicia nacional.
A lo largo de 12 carillas, el fiscal Renom reflejó inconsistencias, lagunas y faltantes en el sumario interno de la IGJ, y reclamó respuestas rápidas. «Esta FIA considera de vital importancia que se imprima la máxima urgencia a la reconstrucción, practicando las averiguaciones conducentes a ese fin para lograrla», exhortó.
Cuatro meses y medio después del dictamen de la Fiscalía, sin embargo, la IGJ no siguió sus recomendaciones ni corrigió el sumario. Por el contrario, se presentó ante la Justicia, donde pidió ser querellante en la investigación sobre las desapariciones de ese legajo y el de la ex Ciccone, por los que responsabiliza a la ex directora del Registro Nacional de Sociedades Silvina Martínez -quien ya colaboró con la Justicia en dos investigaciones y asesora a la diputada Margarita Stolbizer-; al jefe del Archivo, Guillermo Agüero, y a otro empleado de esa área.
Para eso, el ministro de Justicia, Julio Alak -del que depende la IGJ-, acompañó copias de algunos tramos de los sumarios de la IGJ. Pero esas copias mostraban falencias, según reveló LA NACIÓN en noviembre pasado. Entre otras, la foliatura no era correlativa, no se respetó la secuencia cronológica para incorporar documentos y testimonios, y se mezclaron algunas declaraciones.
La jueza federal María Romilda Servini de Cubría rechazó esa petición oficial por considerar que quienes pretendían ser querellantes podían terminar como acusados. Pero la Cámara Federal -con el voto de Eduardo Freiler y Jorge Ballestero y la disidencia de Eduardo Farah- decidió admitirlos.
Ahora, el informe de la Fiscalía confirmó esas falencias del sumario y expuso otras:
-Rechaza las conclusiones del sumariante: considera que no investigó lo que debía en el sumario
-las irregularidades relacionadas con la desaparición del legajo de The Old Fund- y que desvió la pesquisa hacia otros objetivos.
-Señala que buscó probar «no de manera prolija, sino superficial y relativamente» la responsabilidad del personal de archivo y a Martínez, a la que no citó a declarar ni como testigo ni para defenderse. Por eso ordena ampliar el sumario y apuntar «a los superiores que tienen a su cargo» el archivo de la IGJ. Entre otras, de una delegada administrativa, Silvia Bellizzi, quien ahora pasó a Jefatura de Gabinete.
-Solicita que se cite a declarar a los directores de la IGJ -entre otros, Susana Junqueira y la entonces asesora y hoy número dos del organismo, Analía Spátola-, a sus secretarios y a diez empleados en particular que ingresaron durante la gestión de Norberto Berner, hoy secretario de Comunicaciones.
Por esas y otras medidas de prueba sugeridas y aún pendientes, la Fiscalía recomendó a la IGJ que reviera su posición, tanto sobre el expediente de reconstrucción del legajo de The Old Fund -que el organismo informó de manera parcial a los jueces Servini y Ariel Lijo- como en el sumario para determinar los responsables.
«En la medida en que no se ha agotado la investigación de los hechos objeto del sumario, [solicito] se deje sin efecto la clausura dispuesta y se practiquen diligencias sugeridas por esa parte acusadora y todas aquellas que puedan derivar de éstas», planteó el fiscal Renom. Cuatro meses y medio después, aún no ocurrió. Pero los registros informáticos de la IGJ deparan más sorpresas. El legajo de The Old Fund -el 2776773- figura desde el 21 de octubre como «archivado». ¿Apareció el legajo? ¿O es otro retoque electrónico, un día antes de que el Ministerio de Justicia pidiera ser tomado por querellante?
fuente LA NACIÓN