El supuesto primer encuentro oficial entre el equipo de ministros de Mauricio Macri y las tres vertientes de la CGT deberá esperar.
La reunión, que estaba prevista para ayer, fue postergada por tres razones: el Gobierno estaba dedicado a resolver el conflicto de Cresta Roja, por un pedido de los gremios, que preferían reunirse antes con el Presidente que con sus ministros, y, también, por la interna que sacude a la central obrera durante su proceso de reunificación.
El cortocircuito inicial se generó a partir de la informalidad de la convocatoria. Sin una central unificada, el Gobierno evitó privilegiar a un sector y entonces salieron a la superficie las diferencias entre los gremialistas.
Hugo Moyano y sus aliados del transporte se bajaron anteanoche de la reunión cuando comprobaron que el cursado de las invitaciones había surgido a partir de charlas entre el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, el dirigente estatal de AySA José Luis Lingeri y el bastión de «los Gordos» (representantes de los grandes gremios).
«Hicimos los dos últimos paros nacionales y no nos llamó nadie. Ni Triaca, ni la Jefatura de Gabinete, ni Dietrich [Guillermo, ministro de Transporte]», se quejó un dirigente de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
Desde el mismo sector, expresó su postura el jefe de los colectiveros de la UTA, Roberto Fernández: «Estamos confundiendo los roles: queremos que la primera reunión sea con Macri y luego, si él nos deriva, conversar con los ministros. No queremos que sean los ministros los que le cuenten a Macri sobre nuestros reclamos porque nosotros queremos preguntarle personalmente a él, en una conversación seria y coherente, cuál va a ser el eje de su política económica».
Los jefes de la CGT tenían previsto entrevistarse con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y los ministros Triaca (Trabajo), Alfonso Prat-Gay (Hacienda y Finanzas) y Francisco Cabrera (Producción). En principio, iba a asistir la comisión de 15 sindicalistas que está a cargo de llevar adelante las negociaciones para la reunificación de la CGT.
El temario del encuentro, según sindicalistas, iba a estar guiado por la inflación, las paritarias, el aumento de los precios y el diálogo social al que el Gobierno convocaría a las principales cámaras empresariales y a las centrales obreras a mediados de enero.
Fernández indicó que desde la CATT van a «esperar que el Presidente vuelva de sus vacaciones para hablar de lo que va a hacer el Gobierno para paliar los aumentos desmedidos de los productos de la canasta familiar y cómo vamos a hacer para discutir las paritarias, porque con la inflación estamos perdiendo plata todos los días».
La UTA, su gremio, deberá negociar sueldos en enero. Seguirá el mecanismo que ya sugirió la Asociación Bancaria: obtener una suma fija y postergar el aumento anual para más adelante, cuando el escenario económico esté más previsible después de la eliminación del cepo cambiario.
Desde diferentes sectores gremiales coincidieron en que encuentros fallidos como el de ayer podrían repetirse hasta que no se defina la interna de la CGT. Ante una futura convocatoria, el Gobierno esperaría a que la CGT defina su interna.
fuente LA NACIÓN