Mucha custodia policial por fuera, mucho papel triturado por dentro. En ese escenario desembarcó en su cargo el interventor en la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), Agustín Garzón. El funcionario llegó al edificio del organismo que debe aplicar la ley de medios a las 7.30, y lo hizo acompañado por Miguel de Godoy, ex secretario de Medios de la ciudad y candidato a presidir un ente único que -según planea el gobierno nacional- fusionará la Afsca con su prima hermana, la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Aftic), también intervenida.
En su primera jornada al frente de la Afsca, Garzón dio dos días de asueto a los empleados, recibió a los delegados gremiales de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) -a quienes les aseguró los puestos de trabajo de quienes «efectivamente cumplan funciones»- y echó a quince funcionarios políticos que acompañaron la gestión del ex presidente del organismo, Martín Sabbatella.
Junto con Garzón llegaron a la Afsca unos 20 técnicos de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), que ya comenzaron a auditar compras, contrataciones y recursos humanos, y todos los expedientes administrativos, que abarcan adecuaciones y procesos judiciales en marcha. La avanzada del interventor en el organismo -que también hizo un inventario de los bienes muebles recibidos- se sorprendió por la cantidad de papel picado acumulado en las oficinas junto a máquinas trituradoras.
«Creo que el 24 se fueron a las 11 de la noche porque, si no, no llegaban a triturar todo», dijo una fuente de la intervención. En efecto, en la víspera de la Navidad, Sabbatella y su equipo resistieron hasta avanzada la noche una orden de desalojo dictada por el juez federal Julián Ercolini. Esa medida había sido dispuesta en una causa originada en la denuncia del gobierno nacional contra Sabbatella por «incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de poder». Ese expediente se sorteó ayer y quedó en manos del juez federal Daniel Rafecas.
Los funcionarios despedidos ayer ocupan altos cargos en el partido Nuevo Encuentro, la fuerza política ultrakirchnerista que lidera el ex intendente de Morón. Entre ellos están Daniel Larrache, hasta ahora director de Gestión, Administración y Desarrollo de la Afsca, concejal de la localidad de Ituzaingó, a cuya intendencia fue candidato, y ex funcionario del municipio de Morón; Sergio Zurano, director de Asuntos Jurídicos y Regulatorios, que fue también funcionario en ese distrito y actualmente es apoderado nacional de Nuevo Encuentro; Sebastián Rollandi, hasta ayer director de Relaciones Institucionales y Comunitarias, y que se desempeña como secretario de Relaciones Internacionales de Nuevo Encuentro; Fernando Torrillate, ahora ex director de Imagen y Comunicaciones y a la vez secretario de Comunicación del partido de Sabbatella, y Gustavo Hurtado, director de Delegaciones de la Afsca y simultáneamente secretario de Desarrollo Territorial de Nuevo Encuentro, que además ocupó la Secretaría de Salud en Morón. Ayer, la policía apostada frente a la Afsca les impidió el acceso al edificio a todos ellos.
«No los reconocemos como autoridad hasta que se resuelva el amparo que presentamos en contra de la intervención en el Juzgado en lo Contencioso Administrativo N° 8», señaló uno de los desplazados. Para Garzón, en tanto no haya una medida judicial que lo contradiga, está vigente el decreto 236 que dispuso la intervención. En la misma línea, el interventor prevé desplazar a los 32 delegados de la Afsca en las provincias, la mayoría de los cuales son dirigentes de Nuevo Encuentro o de fuerzas kirchneristas integrantes de la confederación ultra que se denominó Unidos y Organizados, y que incluyó a La Cámpora y Kolina.
«Encontramos que mucha de esta gente, que ocupaba cargos cuyos nombramientos requerían resoluciones simples, debió ser designada excepcionalmente por decreto debido a que no reunían las condiciones. Básicamente porque no tenían el secundario terminado, tal como exige la normativa de empleo público», dijo Garzón a LA NACION. Consultado De Godoy -que hasta ahora no tiene cargo formal en el gobierno- sobre qué pasará con las licencias otorgadas hasta último momento por Sabbatella, respondió: «Todas las licencias se van a rever. Pero la idea no es derogar la ley de medios, para nada», afirmó.
Por su parte, Sabbatella fue recibido ayer por seis diputados y senadores kirchneristas que integran la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Ley de Medios. «Es una barbaridad que estén clausurando una ley a través de un decreto. Esta intervención es un brutal atropello a la democracia y al orden constitucional», insistió en esa mesa el ex titular de la Afsca.
Según pudo saber LA NACION, Garzón no tiene previsto tomar medidas regulatorias de fondo y se gestión se centrará en preparar el organismo para la convergencia con la Aftic en el nuevo ente que presidiría De Godoy, algo que sucedería mucho antes de los 180 días previstos en el decreto de intervención de ambas autoridades.
fuente LA NACIÓN