La decisión está tomada. Será un cambio paradigmático: la Policía Federal Argentina (PFA) dejará de ser una fuerza de seguridad con una fuerte impronta metropolitana para desplegarse hacia todo el país para tener presencia en zonas conflictivas y para luchar contra delitos de crimen organizado.
Así lo anunció a LA NACION una calificada fuente del gobierno nacional. «La anterior gestión había concentrado mucho a la PFA en la ciudad de Buenos Aires y no le dio importancia al interior del país», sostuvieron desde el Ministerio de Seguridad y la Secretaría de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich y Eugenio Burzaco, respectivamente.
Como informó LA NACION la semana pasada, ya se dio el primer paso para el despliegue de la fuerza de seguridad hacia el interior del país. El lunes de la semana pasada se publicó en la orden del día, el boletín interno de la PFA, la modificación de la estructura de la Superintendencia de Drogas Peligrosas para tener presencia en todas las provincias de la Argentina.
«Se dotará a la Superintendencia de Drogas Peligrosas de un mayor despliegue de sus unidades operativas, situándolas estratégicamente en las principales ciudades del interior, abarcando todo el territorio de la Argentina», se informó en el citado documento interno de la Policía Federal.
El despliegue de toda la fuerza de seguridad federal hacia el interior es una decisión política y una consecuencia del traspaso de las superintendencias de la Seguridad Metropolitana y de Bomberos a la ciudad de Buenos Aires, tras la firma del convenio entre los gobiernos nacional y porteño.
Se tratará de un cambio paulatino, pero según pudo saber LA NACION de fuentes oficiales, en la Secretaría de Seguridad de la Nación estiman que el despliegue de la Policía Federal al interior puede completarse antes de diciembre de 2019.
«En una gestión [cuatro años de mandato] se puede cambiar esta lógica de tener una fuerza concentrada en una ciudad como Buenos Aires para tener presencia en todo el país», explicó una de las fuentes consultadas.
El anuncio oficial del despliegue de la Policía Federal hacia el interior podría ser anunciado la semana próxima, pero según pudo saber LA NACION la intención es dotar a las delegaciones que funcionan en las provincias de grupos tácticos e investigadores.
«Hoy por hoy hay delegaciones del interior que sólo cumplen la función de custodia de juzgados y fiscalías federales. Son oficinas con poco personal que no se dedican a la investigación y a la prevención. El objetivo es tener una fuerza federal que luche contra el crimen organizado», explicaron a LA NACION fuentes oficiales.
El proyecto contempla la incorporación de profesionales de diferentes aéreas, como matemáticos y estadísticos. «El objetivo es un despliegue territorial y estar en zonas conflictivas de todo el país», agregó la fuente consultada.
La fuerza federal también continuará con su colaboración para combatir el delito en el conurbano bonaerense. El martes pasado Burzaco y el jefe de la PFA, comisario general Román Di Santo, sobrevolaron el límite entre los municipios de Morón y Tres de Febrero junto con los intendentes Ramiro Tagliaferro y Diego Valenzuela, ambos de Cambiemos. En el encuentro se decidió instalar un puesto móvil sobre la avenida Perdriel, que separa los dos distritos.
No es la primera vez que existe un plan para desplegar a la PFA hacia el interior para que sea una fuerza de seguridad en todo el país. En agosto de 2010, el Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos había dado el primer paso con la creación de la Agencia Regional Federal Cuyo, con jurisdicción en Mendoza, San Juan, San Luis, Neuquén y La Pampa.
La FBI local
«La Policía Federal va a desarrollar su despliegue federal como se establece en su ley orgánica, que en muchos aspectos se asemeja a lo que es el FBI [Federal Bureau of Investigation] de los Estados Unidos, es decir, una policía de investigaciones con jurisdicción en todo el país», había dicho a LA NACION en su momento Sebastián Seggio, que en ese momento era comisario mayor y jefe del Departamento de Comunicación Social.
Seggio fue pasado a retiro los primeros días de este mes, después de haber llegado a la cúpula de la fuerza de seguridad como comisario general a cargo de la estratégica Superintendencia de Planificación y Desarrollo. La iniciativa, que dio sus primeros pasos en 2010 con la oficina de Cuyo, contemplaba la creación de otras siete agencias regionales para tener presencia en todo el país.
En su momento, por medio de un comunicado de prensa del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, conducido por Julio Alak, se había anunciado que las agencias iban a estar emplazadas en la región noroeste (NOA, con asiento en San Miguel de Tucumán), NEA, Centro, provincia de Buenos Aires norte y sur y Patagonia norte y sur.
Capacitación y formación para los uniformados
Fuentes de la Policía Federal Argentina informaron ayer a LA NACION que los uniformados que queden en las tareas de seguridad en la ciudad de Buenos Aires, como parte del traspaso al gobierno porteño, cuentan con los estándares de capacitación y formación profesional que poseen todos los policías federales. «Si bien por el término de un año se realizarán los trabajos de la transición, esta labor no será fácil para alcanzar la búsqueda del equilibrio y la coordinación en el accionar para brindar mejores servicios de seguridad ciudadana», pues se explicó que esto demandará una ardua tarea.
Otra cuestión que deberá estudiarse en las próximas semanas será que ambas policías poseen calificadas escuelas de formación de oficiales, las que, seguramente, deberán coordinarse en el desarrollo de sus futuros programas de trabajo.
fuente LA NACIÓN