El Centro Cultural Kirchner volverá a abrir sus puertas en las próximas semanas, pero en etapas, porque gestiona el «final de obra», trámite ante la Dirección General de Administración y Control, para poder funcionar con las medidas de seguridad necesarias para recibir público.
Desde el jueves de la semana próxima, el público podrá inscribirse por Internet para realizar visitas guiadas por el ex Palacio de Correos, según admitieron a LA NACION colaboradores cercanos al ministro de Medios Públicos, Hernán Lombardi.
El centro cultural comenzó a funcionar el 21 de mayo del año pasado, cuando lo visitó la entonces presidenta Cristina Kirchner. La apertura oficial fue cuatro días después, el 25 de mayo, con un concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional.
Casi ocho meses después, las nuevas autoridades nacionales comprobaron que el edificio no cumplía con las medidas de seguridad para recibir público y que no había obtenido el «final de obra».
«Faltan hacer los planes de evacuación e instalar los tableros eléctricos», deslizaron esos voceros, al estimar que «al menos se necesitan unos 300 millones de pesos para que este espacio pueda estar habilitado por completo».
Para concluir las obras que reclama la Dirección General de Administración y Control, el palacio permanece sin energía eléctrica entre cuatro y cinco horas diarias para que los operarios avancen con las tareas pendientes. Más allá del trámite vinculado con la habilitación de funcionamiento, también está pendiente la instalación de equipamiento por unos $ 600 millones, que está distribuido por distintos lugares del centro cultural.
El otro tema crucial es el del personal. El Centro Cultural Kirchner cerró a principios de enero con unos 710 empleados que cobraban sueldos, aunque se presentaban unos 530. «Se sigue evaluando la función de cada empleado para saber qué tarea cumplirá a partir de ahora. No se descarta que se llame a concurso para cargos específicos», comentaron las fuentes consultadas.
Si el Congreso no debate el cambio de nombre, el centro cultural abrirá la temporada 2016 con el nombre que le impuso Cristina Kirchner, el de su esposo, aunque oficialmente iba a llamarse del Bicentenario e iba a costar 900 millones de pesos y no los más de $ 3000 millones que se llevan invertidos.
Avelluto no esquivó el humo
Sin la masiva convocatoria de la semana última, unas 200 personas afiliadas a ATE realizaron ayer al mediodía una asamblea, con choripanes y música, frente al Ministerio de Cultura de la Nación para protestar por la no renovación de contratos de casi 500 personas.
El volumen de la protesta no alcanzó para cortar el tránsito de la avenida Alvear y Rodríguez Peña, frente al palacete donde funciona el ministerio.
Aunque no tuvo contacto con los manifestantes, el ministro Pablo Avelluto estuvo en su despacho después del mediodía, a pocos metros de la protesta.
fuente LA NACIÓN