Mientras continúa presa en una cárcel jujeña, acusada de instigación a cometer delitos, la titular de la organización Tupac Amaru, Milagro Sala , volvió a criticar al presidente Mauricio Macri y al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales , a quienes responsabiliza por su detención.
«No se debe mezclar la política con nuestras creencias», escribió Sala en una carta publicada en la red social facebook. La referencia fue concreta: la ceremonia que realizaron el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales y el presidente Mauricio Macri en oportunidad de su visita a Purmamarca, el fin de semana último, para participar de la celebración del Carnaval.
«Soy cristiana a mi modo; creo en la espiritualidad, creo en las ceremonias, creo en las tradiciones de nuestros abuelos. Por eso, repito, no se debe mezclar la política con nuestras creencias», escribió la dirigente social kirchnerista.
«Lo que hicieron Gerardo Morales y Macri, está mal; esas ceremonias son sagradas: tienen sus fechas, tienen sus rituales, no se pueden inventar celebraciones», criticó la dirigente jujeña, detenida desde el 16 de enero último.
«Nosotros, en la Tupac, siempre hicimos ceremonias. Son ceremonias que nos hacen bien y que nos esclarecen» afirmó, y mencionó el Inti Raymi, el 21 de Junio; el año nuevo de los pueblos originarios, el Capac Raymi y el festejo de la Pachamama, en el mes de agosto, para los que invitan a chamanes aymaras y kallahuayas como la «Mama Quilla».
«No soy chamana, soy una líder social (no me gusta decir yo, ni hablar de mi misma) que invita a los que saben hacer las ceremonias y respeto mucho lo que ellos dicen y respeto a nuestros abuelos. Escucho siempre a nuestros abuelos y, a veces, ellos me retan cuando no hago las cosas bien», afirmó.
Con el Papa
Por otro lado Sala, se refirió a la visita que realizó «por primera vez al papa Francisco, junto a algunos hermanos. Le dije que estaba enojada con la Iglesia por un tema que viví cuando era chica por la limosna que no pudo dar un pobre; pero, sobre todo, estaba muy enojada, estaba resentida por todo lo malo que la Iglesia hizo con los pueblos originarios desde la conquista. Por la muerte, por la explotación de los hermanos, por las riquezas que se llevaron», señaló.
Luego destacó un gesto del Sumo Pontífice: «Nos sorprendió y mucho cuando, de pronto, pidió perdón por lo que hizo la Iglesia. Lo único que nos solicitó entonces fue que ese pedido de perdón lo mantuviéramos en reserva hasta que él mismo lo hiciera público en el lugar y en el momento adecuado», confesó.
«El Papa es un buen hombre. Es un hombre que cumple su palabra», escribió Sala en la carta remitida desde la cárcel del barrio Alto Comedero, de la capital de Jujuy.
fuente LA NACIÓN