Para muchos no es más que cumplir la ley. Para otros no es menos que una decisión política que traerá polémica. El Gobierno terminó de definir ayer el protocolo de actuación de las fuerzas de seguridad en los piquetes y manifestaciones y, tal como adelantó Clarín, no se habilitarán los cortes parciales ni totales. Además, prevé la detención de manifestantes que cometan delitos y acciones civiles para que quien dañe algún bien, pague por su arreglo. El Gobierno necesita legitimidad y consensos para esta medida, por eso publicará el texto en Internet en 15 días habilitando opiniones y luego lo oficializará.
Clarín tuvo acceso a este “Protocolo de actuación de seguridad del Estado en manifestaciones públicas”, el mismo día que la agrupación Tupac Amaru, junto a organizaciones kirchneristas y de izquierda, interrumpieron los accesos a las principales ciudades del país. Con más de 200 cortes de rutas y calles, reclamaron por la libertar de la líder de la Tupac, Milagro Sala (ver página 5), detenida en Jujuy desde el 16 de enero, acusada de asociación ilícita y fraude al Estado, entre otros cargos.
Para evitar cortes como los de ayer y reducir al mínimo “los problemas de la gente en la calle” que destrozan el humor social, el Gobierno impulsa este protocolo que será puesto en marcha mediante una resolución ministerial de tres artículos. Se implementará a nivel nacional y será adoptado por las provincias, que lo ajustarán a su legislación. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lo puso a consideración ayer de sus pares provinciales durante la reunión del Consejo de Seguridad Interior que se hizo en Bariloche (ver página 4) y el 80 por ciento de las provincias adhirió.
La base del protocolo está explicada en un anexo de cinco puntos en los que se especifica cómo deberá actuar la Policía o la fuerza de seguridad que intervenga en cada caso. El texto diferencia entre las manifestaciones programadas y las espontáneas y prevé un plan de actuación para cada una.
Cuando la manifestación sea organizada, los funcionarios del área de seguridad deberán contactarse con los organizadores para “establecer un recorrido, tiempo de duración y realización y estimación de participantes” para que se avise a la Justicia y se informe a la población y así optimizar la circulación.
Cuando se trate de cortes “espontáneos”, las fuerzas de seguridad informarán a los manifestantes que deben liberar el lugar y al mismo tiempo se avisará a la Justicia. Si quienes cortan el tránsito se niegan a liberar el paso, “se abre un brevísimo momento de avisarles que por favor liberen la calle e inmediatamente si no lo hacen comienza un procedimiento de liberación por uso de la fuerza pública. Si el delito es infraganti las fuerzas pueden actuar por sí mismas sin necesidad de orden judicial, pero simultáneamente se le avisa a la Justicia”, explicó Bullrich.
El protocolo aclara que si se encontraran personas que inciten a la violencia o el uso de elementos contundentes, palos o armas de cualquier tipo, se ordenará el aislamiento e identificación de las personas y secuestro de los elementos. La ministra señaló, además, que “si las personas están a cara tapada y se niegan a identificarse o entregar armas o palos, se puede ordenar la detención”.
Asimismo, esta “receta” de actuación para las fuerzas de seguridad ante piquetes y manifestaciones, indica el inicio de demandas civiles contra los manifestantes u organizaciones para que respondan con su patrimonio por los daños de bienes públicos o privados que ocasionen.
Y también establece cambios para los medios de comunicación. En el punto tres del anexo de la resolución, se define que la prensa deberá actuar en un lugar delimitado para no quedar en medio de la policía y los manifestantes.
“Queremos mostrar un cambio de paradigma y que la Argentina comience a mostrar normalidad y que la normalidad no sea interrumpir la calle y complicar la vida de la gente como pasó hoy (por ayer)”, advirtió Bullrich y sentenció: “No vamos a adoptar el método de media calzada ni nada, sino la liberación total”.
La funcionaria macrista precisó, además, que ya en los cortes de ayer, la Nación actuó según el espíritu de este protocolo en el piquete de la ruta Panamericana “y logramos que se fueran bastante antes de lo que pensaban irse”, insistió. Bullrich admitió, sin embargo, que el cumplimiento efectivo de este protocolo no será fácil ni inmediato. “Le decimos a la gente que nos tenga paciencia, que no lo vamos a poder lograr de un día para el otro, pero lo vamos a lograr”, expresó.
fuente CLARÍN