“El salario no es ganancia”. Con esta consigna como estandarte, los dirigentes sindicales que encabezan las distintas fracciones en que está divida la CGT se preparan para renovar la batalla contra el impuesto a las Ganancias. Este tema los convoca tanto como las negociaciones para unificarse bajo una única central obrera.
Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Antonio Caló se reunirán esta tarde para seguir dando las puntadas de un acuerdo donde los reclamos gremiales y el posicionamiento político van de la mano.
En el encuentro de esta tarde en la sede nacional de UPCN discutirán el cuándo y el cómo de una iniciativa aglutinante: entregar en el Congreso un petitorio con 1 millón de firmas para exigir a los legisladores que no demoren más tiempo y empiecen a discutir los proyectos de ley que impulsan cambios en el impuesto a las Ganancias para que los asalariados no sigan siendo víctimas de la aspiradora fiscal.
Lo que está por verse es si para llevar el petitorio convocarán a una movilización de trabajadores o si sólo irán los dirigentes. Y también falta fijar la fecha exacta, aunque la intención es que sea a mediados del mes próximo.
Pero los que tienen voz y voto en esta discusión no son solamente los integrantes del trío ya citado. También tallan los independientes como Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Gerardo Martínez (Construcción). Y los “gordos” como Carlos West Ocampo (Sanidad) y Armando Cavalieri (Comercio).
También se suman los dirigentes de la poderosa coordinadora de gremios del transporte (CATT), entre los que sobresalen Juan Carlos Schmid, Omar Maturano y Roberto Fernández.
La intención de los sindicalistas es acelerar los tiempos de la reforma impositiva. Sobre todo porque el Gobierno ya dejó en claro que no tiene apuro alguno y pretende que los cambios pasen para 2017.
Para eso, los gremialistas ya ataron lazos con algunos referentes de la oposición en el tema, sobre todo aquellos que tienen origen sindical. Facundo Moyano, hijo de Hugo y diputado nacional, picó en punta con un proyecto que logró sumar consensos gremiales y políticos. Su proyecto impulsa cambios ambiciosos que -de concretarse- generaría amplios beneficios para los trabajadores alcanzados actualmente por Ganancias (ver nota en página 9), pero no es el único que miran los dirigentes sindicales.
Hay al menos cuatro propuestas de la oposición, incluyendo una identificada con el kirchnerismo, que están bajo análisis. El macrismo se autoexcluyó de impulsar alguno desde el momento en que la Casa Rosada hizo saber que no habrá proyecto del Poder Ejecutivo.
El cónclave sindical de esta tarde no discutirá preferencias ni alineamientos respecto de los proyectos, entre otras cosas porque están muy lejos de coincidir en uno solo.
Además del proyecto de Moyano, hay otros en circulación que también gozan de suficiente solvencia técnica como para hacerlos motivos de atención entre los sindicalistas. Uno es el que elaboró la Asociación de Empleados Fiscales de Ingresos Públicos (AEFIP), cuyos dirigentes se ocuparon de explicar en detalle a varios de los protagonistas de este debate. Una de las claves de la iniciativa es que propone actualizar anualmente el mínimo no imponible en base al índice RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables) que elabora el Ministerio de Trabajo. “Este índice no está indica las variaciones en los salarios y no está teñido con discusiones arbitrarias que le quiten confiabilidad”, aseguran en el gremio.
El dato no es menor, dado que los índices de inflación siguen siendo considerados “poco confiables” entre los sindicalistas. Ninguno de los dirigentes convocados para esta tarde en UPCN cree seriamente que la inflación bajará a los niveles que asegura el Gobierno en la segunda mitad del año.
Esta preocupación por la suba de precios quedará reflejada en un documento que sería difundido hoy, a menos que aparezcan divergencias de último momento. Allí también habrá un capítulo para los despidos que el Gobierno viene concretando en el sector público y que se trasladaron también al ámbito privado como consecuencia del enfriamiento que registró la economía en los últimos meses.
En este marco de urgencias avanza la discusión sobre la próxima conducción de la CGT única.
fuente CLARÍN