El director del PAMI, Carlos Regazzoni, afirmó que esa obra social de los jubilados «no fue una isla en la Argentina de Lázaro Báez», al denunciar que en la gestión kirchnerista se gastaban «unos 500 millones de pesos anuales en compra de medicamentos que no iban a los afiliados y que iban
los circuitos mafiosos».
Encontramos casos de corrupción gravísimos que ya hemos denunciado en la justicia. Hubo auditorías que denunciaban estas irregularidades que fueron ignoradas», indicó el funcionario.
En este contexto, aseguró que «a lo largo de los últimos diez años, las personas jubiladas de los sectores más pobres del país son las menos favorecidas», y apuntó que durante ese período «la tasa de mortalidad fue inaceptablemente alta» y precisó que «tres millones de personas fueron las más abandonadas».
Regazzoni también dijo: «Descubrimos dos clínicas fantasmas que le facturaban al PAMI $25 millones internaciones que no hacían, durante 10 años se montó una estructura de robo sistemático».
Por último, declaró que el kirchnerismo contrató falsamente auditorías millonarias para desviar el dinero: «Se usaba el control para robar».
fuente INFOBAE