En tren de distender su vínculo con los sindicatos y en medio de un contexto marcado por la inflación y el debate por una ley contra los despidos, el Gobierno activará hoy el Consejo del Salario, un ente tripartito integrado por funcionarios, empresarios y sindicalistas.
Del encuentro saldrán dos definiciones importantes: se elevará el salario mínimo vital y móvil en poco más del 30% y pasará así de 6060 a 8000 pesos en dos tramos. Y el otro gran acuerdo será el del aumento del seguro de desempleo, que está congelado en $ 400 desde 2006 y que ahora se elevaría entre 3000 y 3500, según precisaron a LA NACION autoridades del Ministerio de Trabajo.
Las resoluciones y el tono de las negociaciones que se den en el Consejo serán determinantes para el curso de la relación entre la Casa Rosada y los sindicatos. Surgen dos puntos que podrían tensar hoy la convivencia. El primero tiene que ver con el porcentaje de suba del sueldo básico, al que tanto las tres CGT como las dos CTA pretenden equiparar con el costo de una canasta básica de alimentos, cuyo valor, según la junta interna de ATE-Indec, es de $ 17.492.
El otro debate que levantará los ánimos será sobre la eventual implementación de los descuentos salariales por huelga. Si bien se trata de un derecho constitucional, los privados tienen facultades para activar los descuentos. En caso de avanzar en una definición sobre este tema, los sindicalistas podrían retirarse de la negociación y no adherir al anuncio de fondo por la suba del salario mínimo y el alza del seguro de desempleo.
«Si plantean límites al derecho a huelga, como insinuó el minsitro [Jorge] Triaca, lo vamos a rechazar todos. Es algo que se viene dando a nivel mundial», dijo a LA NACION Jorge Sola, dirigente del gremio del seguro y responsable del Observatorio de Datos de la CGT moyanista.
Desde que se reinstauró el Consejo del Salario, en 2004, habrá por primera vez participación plena del sindicalismo. A diferencia del kirchnerismo, que únicamente convocaba a los aliados, Triaca citó para hoy a las tres CGT y a las dos CTA. Es decir que en caso de que se alcance un acuerdo, el Gobierno podría escenificar el trato salarial con los máximos referentes sindicales el mismo día en que Mauricio Macri vetaría la denominada ley antidespidos.
Sin embargo, algunos dirigentes gremiales no daban ayer por segura su participación. Uno de ellos era Hugo Moyano. El jefe de la CGT con base en Azopardo designó como sus representantes a Sola, Leonardo Fabre, Carlos Frigerio y Julio Piumato. Según avergiuó LA NACION, Moyano no habló todavía con el Presidente después del tenso intercambio retórico que tuvieron a partir de la movilización sindical del 29 de abril pasado.
Distinta es la postura que tomaron las otras dos CGT, la oficial y la Azul y Blanca, que asistirán con sus cúpulas. Irán Antonio Caló y Luis Barrionuevo. También los líderes de las CTA, Pablo Micheli y Hugo Yasky.
Tras haber sido relegado por el kirchnerismo, Micheli volverá a ser reconocido por el Gobierno como interlocutor gremial. Desde el Observatorio del Derecho Social de su CTA, se elaboró un trabajo sobre el Consejo del Salario. El informe distingue «una fuerte recuperación del salario en términos reales desde 2003 a 2006, un crecimiento mucho más moderado entre 2007 y 2011, y una caída a partir de 2012 que se profundiza en la actualidad». Y pide que el sueldo mínimo garantice las necesidades básicas de los trabajadores.
Será larga la jornada de hoy en el piso 18 del Ministerio de Trabajo. A la mañana se reunirán las comisiones de empleo, productividad, salario mínimo y formación profesional. Y para las 17 está previsto el plenario.
Entre 1993 y 2003, el salario mínimo estuvo congelado en 200 pesos/dólares. Por entonces, los aumentos eran implementados por decreto. Pero a partir de 2004 y hasta la actualidad, se convocó de manera ininterrumpida. La definición del nuevo piso salarial es importante porque sirve como referencia para el trabajo informal y para actividades que no están sindicalizadas en jornadas laborales de ocho horas.
fuente LA NACIÓN