El fiscal de la Cámara Federal Germán Moldes prepara una batería de argumentos para buscar que sea declarada nula la decisión de la Cámara Federal que convalidó el archivo de la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra Cristina Kirchner .
A pesar de las vacaciones de invierno en las cuales los tribunales están casi paralizados, funcionarios de la fiscalía trabajan en la presentación de un escrito para buscar darle vida a la denuncia del fiscal, encontrado muerto el 18 de enero de 2015.
Luego de que el caso fuera archivado en primera instancia, el fiscal Gerardo Pollicita apeló y Moldes sostuvo el recurso ante los jueces de la Sala I de la Cámara Federal Eduardo Freiler, Jorge Ballestero y Eduardo Farah.
Freiler y Ballestero confirmaron el archivo y Farah votó en disidencia.
Los argumentos de Moldes para atacar esa decisión y buscar anularla son:
Que no se terminó de conformar una mayoría de dos votos contra uno porque cree que los argumentos de Ballestero y los de Freiler -si bien no eran los mismos- no conducían necesariamente a la misma solución. Moldes entiende que no había acuerdo entre esos dos votos. Si esto es así no se trata de un fallo con una mayoría, lo que no fue considerado en la Casación.
Que no hubo tiempo suficiente para la deliberación, porque uno de los magistrados se ausentó en las semanas previas y el día que estuvo firmó el fallo, con lo que no pudo tener tiempo de debatir su voto con los colegas de la Sala I.
Una vez que el caso quedó en Casación sin impulso del fiscal, los jueces de la mayoría de la Sala I del tribunal escribieron que «tomaban razón» de ese dictamen, en tanto la tercera jueza dijo en la sentencia que tenía el recurso por desistido.
Para que cualquiera de estos recursos que piensa Moldes prospere, en la fiscalía consideran que es necesario que se presente alguna parte con carácter de querellante, ya sean las instituciones de la comunidad judía, como la AMIA y la DAIA, o bien alguno de los familiares de las víctimas, quienes también pedirán que se reabra la causa contra la ex presidenta Cristina Kirchner.
La DAIA ya anticipó que se iba a presentar a reclamar ese rol de víctima ante el juez Daniel Rafecas. El argumento es que ellos, como víctimas del atentado terrorista de 1994, son los principales damnificados si la denuncia de Nisman se comprueba. Esto es así porque se verían imposibilitados de encontrar justicia en caso de que se verifique que se trató de buscar la impunidad de los sospechosos del ataque.
Sin embargo, Rafecas entiende que los hechos que denunció Nisman son inverosímiles y que no surge de las transcripciones de las escuchas telefónicas insertas en la denuncia el relato que hizo el fiscal muerto.
Que haya otra parte en la causa, además del fiscal, le asegura a Moldes que alguien -ya sean los familiares de las víctimas o la DAIA- pueda sostener su recurso ante la Cámara de Casación en caso de que el fiscal lo vuelva a desistir.
Paralelamente a la causa de Rafecas, en el juzgado del juez federal Claudio Bonadio tramita un caso por traición a la patria contra el ex canciller Héctor Timerman. Allí lo investigan porque en una grabación dijo que sabía que Irán estaba detrás del ataque y aún así firmó el pacto con ese país.
En este expediente paralelo es donde la grabación subrepticia, ya convalidada como prueba, puede constituirse en el hecho novedoso, no analizado hasta ahora a la luz de la denuncia del fiscal Nisman, que abra la puerta para la reapertura de esta causa contra Cristina Kirchner.
fuente LA NACIÒN