Las oscuras circunstancias que rodearon el desplazamiento de la dirección de la Aduana de Juan José Gómez Centurión, con sospechas de uso de escuchas clandestinas, pusieron otra vez el foco de atención en el control que sobre los servicios de inteligencia debe realizar la comisión bicameral del Congreso.
Rodeada de un clima de secretismo establecido por la ley que la creó, la Comisión Bicameral de Seguimiento de los Organismos de Inteligencia -que vigila a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI)- sólo se ha reunido una vez este año. El encuentro fue en julio último y sirvió para que se constituyera y eligiera autoridades.
Por lo tanto, la comisión todavía no definió su plan de trabajo en el control de los servicios de inteligencia, una función clave a la luz de los episodios que en los últimos tiempos rodearon una actividad por demás opaca.
Ante la consulta de LA NACION, el senador Juan Carlos Marino (UCR-La Pampa) prometió poner en acción la bicameral, que preside desde este año. «Nos vamos a reunir en septiembre para empezar a auditar los presupuestos de la AFI y de las fuerzas de seguridad que tienen áreas de inteligencia», aseguró. «La idea es que sea una comisión ágil y con mucho protagonismo», agregó el radical pampeano, advertido de los permanentes cuestionamientos que existen sobre la comisión.
Beneficiada con un jugoso presupuesto cuyo monto y ejecución se mantienen en secreto, entre 2014 y 2015, cuando el kirchnerismo ejercía la presidencia, la bicameral se reunió tres veces. La inacción legislativa cobra mayor relevancia si se toma en cuenta que a principios del año pasado la muerte del fiscal Alberto Nisman dejó al desnudo el descontrol imperante en la por entonces Secretaría de Inteligencia (SI).
En la oposición existe inquietud por la escasa actividad de la comisión. «La veo totalmente planchada», se quejó la diputada Juliana Di Tullio (FPV-Buenos Aires), vicepresidenta de la comisión.
La legisladora reclamó que la comisión debe pronunciarse sobre las medidas tomadas por decreto por el gobierno de Mauricio Macri, que modificaron la ley de inteligencia de febrero de 2015 y su decreto reglamentario.
Una de las decisiones más controvertidas fue la derogación del régimen de administración de fondos, que obligaba a la AFI a transparentar el uso de su presupuesto. Según Di Tullio, Macri no sólo eliminó la difusión de la ejecución de esos fondos, sino que también los dejó fuera del alcance del control de la bicameral.
«Nos dejaron obligaciones, pero nos quitaron facultades; hay una marcha atrás en la democratización de los órganos de inteligencia», se quejó. «Necesito que la bicameral responda si la comisión puede controlar los gastos», agregó.
Otro tema controvertido es el que Di Tullio denominó con ironía «el regreso de las estrellas de antes», en referencia al protagonismo adquirido en los últimos tiempos por personajes del espionaje como Antonio «Jaime» Stiusso.
Más polémicas
Como si esto fuera poco, en los últimos días se sumó el caso Gómez Centurión, en el que apareció vinculado el nombre de la actual subdirectora de la AFI, Silvia Majdalani, quien hasta diciembre último era vicepresidenta de la comisión bicameral. Ese cargo y sus relaciones con personajes del submundo del espionaje, como Francisco Larcher, fueron el trampolín que llevó a «la Turca» a la central de inteligencia.
Marino aseguró que la comisión no recibió ninguna inquietud sobre ese caso. «No tenemos requerimientos oficiales; si llega a haber algún pedido, nos vamos a reunir enseguida», prometió.
LA NACION también consultó al senador Roberto Basualdo (PJ-San Juan), miembro de la comisión desde hace varios años. En medio de permanentes menciones a la prohibición de divulgar información, se limitó a asegurar que «la idea es que el control sea los más ágil posible».
Según confiaron fuentes legislativas, Marino mantiene un fluido contacto con el director de la AFI, Gustavo Arribas, y se ha reunido con miembros de las áreas de inteligencia de diferentes fuerzas de seguridad.
Esto provocó la molestia de Di Tullio. «Eso no se hace, no debería reunirse con las fuerzas solo; la comisión no es Marino», se quejó la ex presidenta del bloque de diputados del FPV.
Juan carlos Marino Presidente de la bicameral, senador de la UCR asumió el cargo en julio. Promete darle agilidad a la comisión.
fuente LA NACIÒN