SAN LUIS.- El incendio forestal en la provincia ya afectó más de 8000 hectáreas a unos 40 kilómetros de la capital. Ayer, los bomberos y los rescatistas combatían el fuego en Villa de la Quebrada y las autoridades afirmaron que la situación está «controlada» con ayuda de un avión hidrante que sobrevoló la zona.
«El fuego se reinició por la rotación de los vientos, que a unos 80 kilómetros por hora hizo que las llamas avanzaran de manera descontrolada sobre las sierras Marianas, donde finamente se debió evacuar a 80 personas. Las llamas nos sobrepasaron y quemaron la vegetación de pajonal provocando algunos daños en postes, cables y la base de algunas viviendas de tronco que se encontraban en construcción», explicó a la agencia Télam el jefe de emergencias de San Luis Solidario, Darío Zabala.
«Lo que nos jugó en contra fue el viento, con la rotación permanente, y por la complejidad del terreno se nos volvió incontrolable», señaló el funcionario a la agencia DyN al repasar el trabajo de los 10 últimos días.
Zabala comentó que la población del lugar pudo autoevacuarse, aunque el personal de emergencias debió intervenir para asistir a residentes que trataban de alejarse sin abandonar a sus mascotas. Recién a las 22.30 de anteayer, el contrafuego que se utilizó para combatir las llamas permitió controlar el incendio que avanzaba sobre el área oeste de la autopista 25 de Mayo.
La estrategia se complicó al reactivarse el fuego cerca de la escuela de Los Molles. Situación que, según explicó el funcionario, obligó a redirigir los esfuerzos para combatir el incendio forestal.
Ayer por la tarde, el fuego volvió a avanzar hacia Villa de la Quebrada, donde una dotación de 50 trabajadores de seguridad intentaba contenerlo junto con un avión hidrante.
En declaraciones a canales de noticias, Zabala destacó la labor de los pilotos de los aviones hidrantes del Plan de Manejo del Fuego: «Trabajaron con tiros certeros y efectivos».
El Comité de Crisis Interministerial precisó ayer en una conferencia de prensa que los incendios afectaron en 10 días unas 8500 hectáreas.
«En la fauna, el incendio impacta en los cachorros porque se corta un ciclo vital importante», explicó el jefe del Programa de Biodiversidad, Jorge Heider. El ministro del Campo, Cristian Moleker, anticipó que los municipios de las Sierras
Centrales «van a tener muchísimos problemas para potabilizar el agua» en el próximo verano. «Los pueblos que viven del turismo van a tener sus ríos totalmente contaminados», admitió el funcionario.
Explicó que, cuando ocurren desastres de este tipo, «el suelo pierde mucho agarre y hay un gran arrastre de material hacia los cursos de agua. Por lo tanto, generan un enorme daño, no sólo para el medioambiente, sino también para la actividad económica de estas localidades».
Sin víctimas
Durante la conferencia de prensa del Comité de Crisis Interministerial se desmintieron versiones sobre supuestas víctimas fatales por los incendios.
«Acá no murió nadie, no se incendió ninguna casa y la evacuación fue ordenada», sentenció la ministra de Seguridad provincial, Beatriz Alagia. Tampoco fue necesario asistir al personal de las dotaciones de bombero, de seguridad o los rescatistas por problemas de salud en los dos últimos días, según el ministro de Salud puntano, Marcelo Riera.
Sí, en cambio, confirmó que hace varios días debieron asistir con oxígeno a bomberos en Potreros de los Funes. En El Suyu dos bomberos recibieron atención médica por heridas leves.
El sistema de emergencia hospitalaria opera desde el Centro de Salud de Villa de la Quebrada.
fuente LA NACIÒN