El Gobierno analiza la posibilidad de convocar a una mesa a sindicatos y empresarios para avanzar con un «acuerdo productivo». La novedad se conoció horas después del encuentro con la Iglesia, en la que llamó a un diálogo social con los sectores de la producción y el trabajo.
Si bien aún no hubo avances concretos, fuentes cercanas al presidente Mauricio Macri confirmaron que el plan está en proceso de evaluación. «Vemos con buenos ojos que empresarios y sindicatos se junten con el Gobierno para debatir esa agenda de trabajo y producción», confió a LA NACION un hombre con acceso diario al despacho presidencial.
Aunque aún no hay precisiones ni tiempos, se trata de un cambio de actitud respecto de la conformación de una mesa tripartita. Hasta ahora, Macri siempre fomentó el diálogo con cada sector por separado.
En la Casa Rosada están convencidos de que están dejando atrás la emergencia y que llegó el momento de discutir un nuevo modelo productivo que permita la creación de puestos de trabajo. El actual escenario económico, que según fuentes oficiales empezó a mostrar síntomas de recuperación, es más propicio para un acuerdo.
Ayer, el jefe de Gabinete, Marcos Peña , y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca , estuvieron reunidos con el presidente del Episcopado, monseñor José María Arancedo, y el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, con quienes abordaron el desafío de avanzar en el diálogo y en los acuerdos con los sectores de la producción y el trabajo, según explicaron ambas partes en un comunicado conjunto (ver aparte).
«Fue una muy buena reunión, donde no hubo reclamos y en la que tratamos dos ejes centrales. El primero, una mirada común sobre la importancia del diálogo después de tantos años de enfrentamiento. Es la mejor forma de fortalecer la democracia», destacó ayer Peña en conferencia de prensa.
El ministro coordinador también llamó a «encontrar el mecanismo para procesar las diferencias, enriquecernos en las diversidades y valorar esos espacios de dialogo». Y agregó: «Partimos de la preocupación compartida de que mientras haya este nivel de desigualdad y pobreza en el país, esa será nuestra principal preocupación».
El mensaje del Gobierno, además, se produjo en momentos en que el sindicalismo flexibilizó su postura respecto de la posibilidad de realizar un paro nacional. Si bien aún es materia de debate interno, como publicó anteayer LA NACION, el flamante triunvirato que conduce la central obrera estaría dispuesto a dilatar la primera huelga en contra de la gestión de Mauricio Macri.
En ese sentido, ayer se confirmó que el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, recibirá a la cúpula sindical el próximo 29. Uno de los temas que los gremialistas llevarán al encuentro podría ser clave en una eventual mesa de negociación que incluya a los empresarios. Es que los gremios quieren saber si el Ministerio de Trabajo habilitará las negociaciones por un bono de fin de año.
Lo que el Gobierno no hará, por lo menos en esta instancia, será convocar a una mesa multisectorial, como la que lideró la Iglesia durante la presidencia de Eduardo Duhalde, en 2002. Desde el Gobierno descartan de plano esta opción.
«¿A quiénes habría que convocar? ¿Cuántos sectores hay que juntar? La actual situación y el grado de fragmentación que tienen algunos actores políticos lo hacen inviable. Nosotros, además, no vemos conflictos que lo ameriten. Que insistan [por la Iglesia] no los hace tener razón», destacaron fuentes cercanas al Presidente.
Una «supermesa» con múltiples protagonistas no garantiza resultados, consideraron en la Casa Rosada. La idea en la que trabaja el Gobierno es juntar a los gremios y empresarios.
Preparando el terreno
Esta no fue la primera vez que el gobierno nacional habló en ese sentido, aunque nunca de forma tan clara. Hace 20 días, en una entrevista con LA NACION, Prat-Gay aseguró que «no hacer un pacto social implica menos actividad económica y más inflación».
Una semana antes, frente a empresarios en un encuentro del Consejo de las Américas, Peña también adelantó una posición similar: «Estar en el mundo implica construir un acuerdo entre todos, donde empresarios, sindicatos, gobernadores y sociedad civil tenemos que discutir todas las horas que hagan falta».
Con la «inflación retrocediendo» y algunos signos de recuperación económica, como la venta de cemento -según datos oficiales, creció el 6,7% en agosto-, en el Gobierno son optimistas sobre el futuro y la posibilidad de avanzar con un acuerdo con ambos sectores.
«Seguiremos apostando al diálogo», manifestó el jefe de Gabinete en la Casa Rosada.
Cumbre clave de la CGT
Con la posibilidad algo diluida en los últimos días de que le pongan fecha al primer paro nacional contra el gobierno de Mauricio Macri, los 124 gremios que integran la CGT unificada se reunirán hoy en el Comité Confederal y la discusión sobre una eventual medida de fuerza dominará el debate.
La intención de la cúpula de la central obrera es dilatar un paro y buscar un encuentro cara a cara con Macri antes de tomar una decisión. Pero esto podría chocar con las demandas salariales de algunos gremios y el descontento con la situación laboral. Lo más probable es que hoy se autorice a la cúpula de la CGT a determinar una «acción directa» o un plan de lucha, pero no se resolvería un paro.
fuente LA NACIÒN