Tuvieron que pasar casi tres años para que el Indec volviera a dar datos de pobreza. Luego del apagón estadístico que impulsó el gobierno de Cristina Kirchner, ayer se conoció que el 32,2% de los argentinos es pobre y, dentro de ellos, el 6,3% es indigente. La cifra dista mucho de la realidad de Alemania. La comparación no es aleatoria: el kirchnerismo afirmó en junio de 2015 que la Argentina tenía menos pobreza que ese país.
A pesar de que la Argentina dejó de medir la pobreza en diciembre de 2013, Cristina Kirchner, al disertar en la FAO -el organismo de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura- el 8 de junio del año pasado, sorprendió a su auditorio al afirmar que el índice de pobreza era del 5% y el de la indigencia, del 1,27%. Al día siguiente, al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, no le tembló el pulso y subió la apuesta. Al ser consultado en una entrevista radial sobre la comparación entre la Argentina y países europeos, aseguró: «Países como Alemania no la están pasando bien en términos de pobreza, aunque no lo quieran creer. Tienen 20% de pobreza estructural».
Cuando le preguntaron si eso significaba que la Argentina tenía «menos pobres» que Alemania, Fernández no dudó: «Y sí, aunque no te guste y te cueste aceptar», aseveró.
Los números oficiales ahora reflejan otra realidad. En la Argentina hay 8,7 millones de pobres y 1,7 millones de indigentes. Vale aclarar que esa cifra se calcula sobre centros urbanos (donde viven 27 millones de personas). Y en algunas regiones, como en el Nordeste, la situación es aún más crítica: una de cada cuatro personas está por debajo de la línea de pobreza. En Alemania el índice es mucho más bajos pese a que se mide de manera distinta.
En el informe alemán de este año se indicó que el 15,4% (12,5 millones de personas) vive en ese país en esa condición. El dato requiere una aclaración. Alemania no mide la pobreza «absoluta» -la que amenaza la subsistencia de millones de personas en países en vías de desarrollo-, sino la «relativa»: se cuenta como pobre a quien sufre privaciones y desventajas importantes con respecto al promedio de la población.
Según un informe de la Cepal, en América latina el año pasado el índice de pobreza en la región creció un punto (era 28,2% en 2014). Así, en Uruguay hay 9,7% de pobres; en Chile, 11,7%, y en Paraguay, un 22,24% de la población es pobre, según datos oficiales de 2015.
fuente LA NACIÒN