CÒRDOBA.- A los 400 empleados de la planta de chocolates de Arcor en Colonia Caroya (a 50 kilómetros de la capital provincial) les adelantaron las vacaciones por la caída de consumo y la acumulación de stock, según confirmaron desde la misma empresa a LA NACION. La medida arrancó la semana pasada y terminará esta.
«El consumo por impulso de las golosinas está afectado por la baja de la actividad en general; no es una prioridad [para la gente]», señaló una fuente de Arcor, la principal fabricante de alimentos del país y primer exportador de golosinas de la Argentina, Brasil, Chile y Perú.
En la planta caroyense -donde se producen Bon o Bon y Cofler, entre otros chocolates- destina parte de la fabricación al mercado externo; la recesión brasileña tampoco ayuda a mantener los niveles de trabajo.
Desde la compañía insistieron en que no se trata de suspensiones, sino de un adelanto de vacaciones en el «período legal» que tiene antecedentes en otros años y que no tiene impacto en los salarios.
Carlos Simonovich, delegado del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (Stia) en la planta, confirmó que les adelantaron que se aplicaría la medida, pero planteó que hay «preocupación» respecto del mediano plazo si las ventas no se recuperan. «Nos dicen que es por falta de producción. Hay camiones que siguen saliendo con mercadería, pero hay mucha preocupación. Es la primera vez que nos pasa este adelanto», indicó.
Hace dos meses, la empresa inauguró, con una inversión de 70 millones de dólares, una nueva planta de molienda húmeda de maíz en el complejo que tiene en Arroyito, 115 kilómetros al este de la capital provincial. Aunque el presidente Mauricio Macri había comprometido su presencia, no pudo llegar por la niebla. Allí se tomaron 120 personas.
En la Argentina, el consumo de chocolate es de tres kilos promedio por habitante por año, lejos de los once kilos como media de los países europeos. Es la quinta categoría de «alimentos y bebidas», por detrás de gaseosas, aguas, leche fluida y galletitas. La pérdida de poder adquisitivo impactó en ese «gusto».
En una charla hace unos días con periodistas en el marco de la convención del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (Iaef), el presidente de Arcor, Luis Pagani, admitió que la empresa se está adecuando a los nuevos estándares y hábitos de consumo más saludables.
«No la golosina como algo prohibido, pero sí como una ración equilibrada», indicó, y ratificó: «Arcor es un caramelo, está en nuestro ADN. Adecuaremos nuestros productos a esta realidad. Se venderán caramelos sin azúcar o con menos azúcar».
Aunque reconoció este año como «de ajuste» en la economía, señaló que la compañía tiene nuevos proyectos en todas las áreas: consumo masivo, packaging, agroindustria y en el negocio lácteo, donde compró parte de La Serenísima.
«Para los próximos cinco años miramos a Oriente: China y la India serán los traccionadores», definió. También planteó que podrían emitir «alguna obligación negociable más» en los próximos meses.
fuente LA NACIÒN