ROSARIO. Un operativo antidrogas derivó en un inesperado escándalo político-policial entre las provincias de Santa Fe y Corrientes. Todo comenzó con una serie de allanamientos contra una banda narco que el juez federal de Reconquista, Aldo Alurralde, ordenó realizar a la policía santafecina en la ciudad correntina de Goya. Allí llegaron 40 uniformados de Santa Fe para sorpresa incluso del gobernador correntino Ricardo Colombi, que estaba en esa localidad. Decenas de policías correntinos rodearon a los santafecinos y se llevaron detenido al jefe antidrogas de Santa Fe por «privación ilegítima de la libertad» de testigos.
En medio de una tensión creciente, con uniformados que se miraban con recelo, apareció el propio gobernador Colombi, y tras discutir por teléfono con el ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, fue detenido el jefe de Drogas Peligrosas de Santa Fe, José Moyano, y enviado en un patrullero a la capital correntina.
Los fiscales correntinos Patricio Paliza y Guillermo Barry estaban en el lugar de conflicto, porque existían cinco denuncias por privación ilegítima de la libertad contra el jefe policial santafecino. Lo que argumentaron desde el gobierno correntino y desde la policía de esa provincia es que el operativo protagonizado por los colegas de Santa Fe «fue irregular» porque los 16 testigos -entre ellos algunos menores- que se utilizaron para realizar ocho allanamientos habían sido buscados en la capital correntina, distante 225 kilómetros de Goya.
El comisario Moyano fue liberado, luego de que el jefe de la Policía de Santa Fe, José Luis Amaya, viajara en helicóptero a Corrientes y se entrevistase directamente con el gobernador Colombi.
El juez federal de Reconquista aseguró, en diálogo con LA NACION, que «los allanamientos se ajustaron a derecho y se cumplieron todos los pasos, como dar aviso al magistrado federal Carlos Soto Dávila de Corrientes».
La saga se gestó anteayer, cuando tras una extensa investigación de más de un año, la policía de Santa Fe detuvo en la zona de islas del río Paraná, cerca del puerto de Reconquista, a cuatro hombres a bordo de una lancha que llevaban 40 kilos de marihuana. Esa droga provenía de Goya. En diciembre de 2015 habían incautado cerca de un puente en Arroyo Aguilar 180 kilos de marihuana, supuestamente de esa misma organización.
Los policías santafecinos tenían la información de que se iba a realizar una entrega de estupefacientes en esa zona litoraleña a fines de diciembre. Se apostaron en tres lanchas durante dos días a la espera de poder detener a los narcotraficantes. Eso ocurrió anteayer cuando los policías embistieron con sus lanchas a la embarcación que trasladaba la marihuana.
El juez federal ordenó luego siete allanamientos en Reconquista, donde estaban asentados los compradores de la marihuana que luego se vendía en otras ciudades de Santa Fe, Chaco y Entre Ríos. El magistrado pidió que se allanaran también ocho domicilios en la localidad correntina de Goya, donde estaban los supuestos líderes de la organización.
Durante la madrugada partió una delegación de Drogas Peligrosas de Santa Fe hacia esa localidad correntina. A las 5 pararon en la costanera de la capital de Corrientes y juntaron 16 testigos que eran necesarios para los allanamientos. Luego se dirigieron a Goya, que está a más de 200 kilómetros de la capital de esa provincia. Fuentes de la justicia federal confirmaron que se produjeron cuatro detenciones en Goya.
El ministro de Seguridad de Santa Fe argumentó que «durante este año se llevaron adelante más de 60 operativos en otras provincias y nunca ocurrió ningún inconveniente. Los testigos se buscaron en Corrientes para no alertar a los narcos que buscábamos en Goya».
El operativo estaba encabezado por el jefe de Drogas Peligrosas de Santa Fe, Moyano, quien iba delante de la caravana de más de 20 patrulleros y camionetas. Cuando los uniformados de Santa Fe realizaban los allanamientos el comisario general Eduardo Acosta, jefe de la policía correntina, ordenó por pedido del gobernador el despliegue de las fuerzas del Grupo Táctico Operativo y la Policía de Alto Riesgo ante un posible conflicto con los santafecinos.
En ese momento en Goya estaba el gobernador Colombi, que fue al lugar donde se realizaba el operativo y mantuvo una discusión con el ministro de Seguridad de Santa Fe Maximiliano Pullaro. El comisario Héctor Montiel, jefe de la URII de Corrientes, calificó el operativo antidrogas como «un procedimiento atípico», mientras que el subsecretario de Inteligencia en Investigación Criminal, Rolando Galfrascoli, quien encabezó la pesquisa en Reconquista, argumentó que «se dio una crisis institucional importante porque la policía de Corrientes no entendía, no comprendía y no aceptó que una fuerza de otra provincia allane de esa manera».
fuente LA NACIÒN