Argentina es uno de los países peor calificados en materia de seguridad y orden. Según la nueva edición del estudio internacional «Rule of law index», que evalúa la calidad de seguridad jurídica, el Estado de Derecho y otros factores en un centenar de naciones, la Argentina está en el puesto 93, de un total de 113, en niveles de criminalidad y violencia social.
Aunque en el primer año del gobierno de Mauricio Macri hubo una mínima mejora en el puntaje en este ítem -pasó de 0,61 a 0,62, siendo 0 el peor puntaje y 1 el mejor-, el cambio en las condiciones de seguridad no fue suficiente para catalogarlo como una mejora.
En el ranking global de seguridad y orden, el país figura un punto mejor que México y uno peor que Malawi, mientras que si se tiene en cuenta el apartado de América latina y el Caribe, la Argentina está entre El Salvador y México. En América del Sur, el mejor posicionado en ese rubro es Uruguay (52) y el peor, Venezuela (110). A nivel mundial, la lista está encabezada por Singapur. Al final, Paquistán.
¿Qué hará el Gobierno para revertir la situación? El macrismo anunció ayer, a través del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que para este año se implementará una agenda intensa para combatir la inseguridad.
El informe anual es impulsado por la ONG sin fines de lucro World Justice Project, cuya sede está en Estados Unidos y tiene como uno de sus aportantes a la Fundación Bill & Melinda Gates, que pertenece al creador de Microsoft. Los resultados del sondeo se basan en las respuestas de 1000 encuestados en cada país.
El estudio tiene, sin embargo, buenas noticias. En 2016, el país demostró una clara mejora en los índices de seguridad jurídica, combate contra la corrupción y el sistema que regula el comportamiento del poder de turno, que son abordados por los ocho ejes sobre los que se basó el estudio: límites al poder gubernamental, ausencia de corrupción, gobierno abierto, derechos fundamentales, orden y seguridad, cumplimiento de las normas institucionales, justicia civil y justicia criminal.
En el ranking global, la Argentina pasó del puesto 54 en 2015 (de un total de 102 países) al 51 en 2016 (entre 113 naciones). Si se abordan sólo América latina y el Caribe, el estudio destaca que el país fue el que más creció, al mejorar doce lugares en un año.
En la cima de la lista mundial está Dinamarca y, al final, Venezuela. En cuanto a países de América del Sur, el promedio global está encabezado por Uruguay (20) y a los pies está Venezuela (113).
La Argentina figura en tercer lugar, después de Chile y un puesto antes que Brasil, con el que comparte el mismo puntaje promedio (0,55).
En tanto, la categoría en la que la Argentina quedó mejor posicionada es en derechos fundamentales. En el ranking figura en el puesto 35, lejos de Uruguay (14) y Chile (22). El segmento incluye variables como la libertad de expresión y religión, derechos laborales y la no discriminación, entre otros.
En cuanto a la ausencia de corrupción, el país mejoró de 0,48 a 0,51 su puntaje y el apartado fue catalogado como una tendencia a la mejora, junto con los límites al poder gubernamental y el cumplimiento de las normas institucionales.
Aunque la peor posición del país corresponde a la seguridad, la peor calificación la obtuvo en la variable justicia criminal, donde obtuvo 0,43, pero quedó en el puesto 67.
Los resultados del estudio, que finalizó a fines de 2016, fueron bien recibidos por el Gobierno. A pesar de que admiten que se debe trabajar en el tema de la seguridad, celebraron la clara mejora de la percepción de seguridad jurídica.
«La Argentina se acerca a los estándares internacionales de normalidad. Estamos mejor que Colombia e igualados con Brasil, que, a pesar de su situación actual, en los últimos años fue la estrella de la región en cuestiones de desarrollo», señaló a la nacion Héctor Chayer, coordinador del programa oficial Justicia 2020, dependiente del Ministerio de Justicia.
Y agregó: «Es un mensaje positivo tanto para el interior del país, para la sociedad, como para el exterior y los inversores, que siempre miran los niveles de seguridad jurídica en un país antes de llevar su dinero».
Una mejora sostenida en este tipo de ranking va más allá de una buena noticia, explican en el Gobierno. Según señaló a la nacion otro funcionario de la cartera que conduce Germán Garavano, las demostraciones de mayor solvencia institucional hacen que el país se posicione con más firmeza ante organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por ejemplo. El año pasado, la Argentina demostró interés en formar parte de la entidad, que demanda resultados concretos.