Un estricto control en el acceso a los palcos y un meticuloso y silencioso operativo de limpieza en las inmediaciones del Congreso de cualquier objeto que pueda ser utilizado como proyectil fueron las principales medidas de seguridad adoptadas por el oficialismo de cara a la Asamblea Legislativa que encabezará hoy, por segunda vez desde que llegó a la presidencia, Mauricio Macri .
Lo que no podrá controlar Cambiemos es la reacción de los legisladores de la oposición, sobre todo de los de diputados del Frente para la Victoria y de los partidos de izquierda, de los que se sospecha que realizarán algún tipo de protesta para hacer notar su malestar con la administración macrista.
Voceros de la oposición anticiparon a LA NACION que Cambiemos deberá esperar algún tipo de manifestación relacionada con el polémico acuerdo por la deuda del Correo Argentino SA con el Estado y la detención de Milagro Sala.
Las sospechas del oficialismo fueron verbalizadas ayer por el presidente del bloque de diputados de Pro, Nicolás Massot (Córdoba), quien salió a pedirle a la oposición que esté «a la altura de las circunstancias» y que «cuide la imagen» del Congreso durante la ceremonia que hoy encabezara Macri.
Sin embargo, Massot aseguró que en el oficialismo tienen pocas esperanzas de que la oposición actúe con moderación y respeto. «Lamentablemente esperamos que desplieguen una serie de carteles en contra del Gobierno; ésta es una práctica común en el Frente para la Victoria», sentenció.
En previsión de este y otro tipo de reacciones, la vicepresidenta Gabriela Michetti firmó la semana pasada una resolución estableciendo estrictas reglas de ingreso y desplazamiento tanto para el recinto de la Cámara de Diputados como para el edificio del Senado.
El objetivo es bajar al mínimo las chances de que Macri pueda pasar algún tipo de papelón o mal momento en su tercera visita institucional (el discurso de asunción de mando y el de apertura del período de sesiones ordinarias que concluyó ayer fueron las anteriores) al Congreso.
Sobre todo cuando aún está fresco el incidente protagonizado por el diputado Iñigo Errejón, quien realizó un discurso en contra de Macri minutos antes de que el presidente argentinos se presentara en el Parlamento español durante su reciente visita de Estado.
Con la decisión de evitar escraches, Michetti informó a todos los despachos que la presencia de colaboradores deberá reducirse al mínimo indispensable. Tanto que, al menos por los pasillos del Palacio del Congreso, los legisladores sólo podrán circular con un acompañante.
Como si esto fuera poco, este año se decidió cancelar el tradicional reparto a los legisladores de entradas para que puedan distribuir entre familiares, amigos y seguidores.
Además, se decidió cerrar al público el tercer piso de palcos del recinto de la Cámara baja, lugar que habitualmente es destinado a los militantes de los oficialismos de turno. Durante el kirchnerismo, esos sitiales estuvieron reservados para los seguidores de La Cámpora.
Limpieza cuidadosa
Las previsiones del macrismo para evitar incidentes fueron más allá de la resolución firmada por Michetti.
Según confiaron varias fuentes legislativas, se decidió realizar una pormenorizada limpieza de los alrededores del Congreso para evitar dejar algún tipo de proyectil al alcance de alguna mano hostil al gobierno nacional.
El trabajo se llevó a cabo durante el jueves y viernes de la semana pasada y contó con la inestimable colaboración del gobierno de la ciudad, que aportó los empleados encargados de «ordenar y limpiar» los alrededores del palacio de la avenida Entre Ríos.
De acuerdo con el cronograma oficial, Michetti abrirá a las 10.45 la Asamblea Legislativa, que procederá a elegir las comisiones de bienvenida -una exterior y otra interior- al presidente Macri, quien llegará al Congreso acompañado por su esposa, Juliana Awada.
La comisión de exterior, integrada por legisladores oficialistas y opositores, recibirá a Macri las 11.15 en la explanada de la calle Entre Ríos. Por su parte, los legisladores de la comisión interior lo esperarán en el Salón Azul, sobre el cual se alza la imponente cúpula, para dirigirse al recinto de la Cámara de Diputados.
En tanto, los ministros del Poder Ejecutivo, jueces de la Corte Suprema, gobernadores, jefes militares y embajadores se ubicarán en los palcos bandeja que se encuentran a los lados del estrado desde el cual Macri dirigirá un breve discurso (como se informa por separado) para dejar inaugurado un nuevo período de sesiones ordinarias.
fuente LA NACIÒN