El despliegue de Cristina Kirchner en el estadio de Arsenal, los actos programados por Sergio Massa en Tortuguitas y Argentinos Juniors o la conferencia de prensa de lanzamiento de Florencio Randazzo. También los afiches de Martín Lousteau o las recorridas de Cambiemos con color proselitista.
Todos esos eventos cruzan la delgada línea de la campaña anticipada y, este año, estarán bajo la lupa de la justicia electoral.
El período oficial de campaña comienza un mes antes de las PASO, pero una vieja práctica de la política indica que buena parte de los aspirantes comienza a promocionarse desde mucho antes. Dado que está «hecha la ley» y está «hecha la «trampa», la Cámara Nacional Electoral (CNE) decidió adelantar también el control de los gastos.
El período legal de campaña para las primarias de las legislativas del 13 de agosto de este año comienza el 14 de julio. Pero el Cuerpo de Auditores Contadores de la CNE requirió que el monitoreo a los precandidatos comience a fines de abril.
«La ley tiene defectos que debemos tener en cuenta, por eso es importante que las auditorías se ajusten a la realidad. Hay muchos gastos que, aún cuando no estaban constituidas las alianzas, fueron de campaña y también vamos a controlarlos», señaló a LA NACION Hernán Gonçalves Figueiredo, secretario de Actuación Judicial de la CNE.
Para seguir de cerca a los candidatos, el Cuerpo de Auditores Contadores de la CNE solicitó contratar un servicio de «clipping» y de «monitoreo de exteriorización de gastos de campaña». La empresa encargada del trabajo es Global News, una agencia con presencia en América latina y los Estados Unidos, que ahora deberá reportar todos los movimientos de los dirigentes argentinos que pelearán por una banca.
El cotejo llegará recién después de la elección, una vez que los partidos presenten los balances con los gastos de campaña. Con la auditoría de medios en la mano, se espera que los contadores identifiquen si hay algún acto de proselitismo anticipado sin declarar. En ese caso, pedirán explicaciones y aplicarán las multas correspondientes.
Ninguna sanción será inmediata: los balances de la campaña presidencial de 2015, por ejemplo, siguen sin resolverse a casi dos años de los comicios.
Carteles prohibidos
Otro de los focos estará puesto en la cartelería en la vía pública. Los jueces con competencia electoral de Neuquén, Salta y Entre Ríos ya pegaron fajas en afiches con la leyenda «publicidad en infracción» y se espera un efecto contagio en el resto del país. En el caso de la Capital Federal, la encargada de llevar a cabo la «cruzada» es María Servini y en la provincia de Buenos Aires, el responsable es el flamante titular del juzgado electoral de La Plata, Juan Manuel Culotta.
La jurisprudencia para aplicar este nuevo control sobre la campaña anticipada data de 2015, cuando se dictó un fallo contra la Nueva Izquierda que advertía que «la publicidad electoral anticipada no solo implica un factor de desigualdad entre quienes postularán sus candidaturas, sino que también conlleva un alto grado de opacidad respecto a las fuentes de financiamiento de las campañas».
«Aquel fallo ponía el foco en los afiches con los que Nueva Izquierda había empapelado la ciudad. Pero el mensaje es para todos los partidos, ya que se trata de una práctica habitual», señalaron desde la CNE. Para ponerse al día con las modas de campaña, otra novedad de esta elección será el control de la campaña en redes sociales. Tal como anticipó Perfil, la justicia electoral hará también auditorías en Facebook, Twitter, YouTube, Instagram y Snapchat. Además de mirar los perfiles de los candidatos, también observará si hay otros usuarios o trolls que exaltan las candidaturas de manera encubierta.
fuente LA NACION