«Obviamente me voy a quedar como intendenta, que quede claro», declaró Verónica Magario, intendenta de La Matanza, al anunciar hace diez días que se postulaba como primera candidata a concejal por ese distrito, en la boleta de Unidad Ciudadana (UC). Esa frase puede llegar a entorpecer sus planes, si avanza la impugnación que ayer radicó Cambiemos ante la Junta Electoral bonaerense contra la candidatura testimonial de la jefa comunal kirchnerista.
La presentación corrió por cuenta de Miguel Racanelli, presidente del bloque de Cambiemos en el Concejo Deliberante de La Matanza y primer candidato del oficialismo provincial en ese distrito para las próximas elecciones.
«Si los electores votan a Magario porque es su voluntad que sea concejal, la no asunción del cargo para el que fue electa implica que la voluntad popular no fue respetada», sostuvo Racanelli, quien, además, solicitó que se cite a la intendenta para que aclare si va a asumir el cargo en caso de resultar elegida.
«Esta Junta no puede avalar la inequidad electoral ni la desnaturalización del sufragio», dice la presentación del concejal de Cambiemos. Otros intendentes bonaerenses del kirchnerismo, como Mario Secco (Ensenada) y Jorge Ferraresi (Avellaneda), se anotaron en la lista para el concejo de sus distritos. Pero ella es la única que figura en un cargo «entrable».
El antecedente judicial más importante favorece a Magario, pero no del todo. En 2009, la Cámara Electoral convalidó las candidaturas testimoniales del FPV, pero en ese caso ninguno de los candidatos había admitido que no asumiría el cargo en caso de resultar elegidos.
fuente LA NACION