Cristina Kirchner llegará con un panorama judicial complicado e incierto a las elecciones de octubre, en las que intentará ser elegida senadora y obtener la protección de los fueros.
A los procesamientos que ya tiene en la Justicia se puede sumar en los próximos meses una citación a indagatoria más grave, por traición a la patria, que se castiga con prisión perpetua.
Si bien no se investigan en este caso delitos de corrupción, se trata de una de las causas más resonantes, ya que se vincula con la denuncia que dejó presentada el fiscal Alberto Nisman cuatro días antes de ser hallado muerto en su departamento de Puerto Madero.
Nisman había denunciado en enero de 2015 que la entonces presidenta Cristina Kirchner se había complotado con otros funcionarios de su gobierno y allegados a Irán para negociar la impunidad de los ciudadanos iraníes acusados del atentado contra la AMIA, a cambio de venderle granos a ese país.
El juez Claudio Bonadio se quedó con esta investigación y analiza ahora ordenar la indagatoria de Cristina Kirchner entre agosto y octubre. Según pudo saber LA NACION, el magistrado cuenta con elementos para considerarla sospechosa y el delito podría ser el de traición a la patria.
La figura penal de traición a la patria tiene una pena mínima de 10 años de cárcel y una máxima de 25 años o reclusión perpetua.
La acusación, a diferencia de otros casos de corrupción, se centra en el intento de favorecer a ex funcionarios del gobierno de Irán para buscar la impunidad de un ataque terrorista. La causa se reactivó luego de conocerse una conversación del ex canciller Héctor Timerman con un directivo de la AMIA, en la que el entonces funcionario habría revelado que el gobierno kirchnerista conocía la presunta responsabilidad del régimen iraní en el atentado.
La ex presidenta ya tiene dictados dos procesamientos en causas por delitos de corrupción, vinculados con la obra pública. En otro expediente, además, se investiga su responsabilidad en el caso del dólar futuro, en el que también se encuentra procesada. Esta causa, incluso, ya está elevada a juicio oral.
Fuentes judiciales en Comodoro Py entienden que la acumulación de causas y procesamientos no es un motivo suficiente para ordenar la detención de ningún procesado. La jurisprudencia prevé dos razones para disponer el encierro preventivo antes de una sentencia: la existencia del peligro de fuga o el entorpecimiento de la investigación, y nada de eso se da en el caso de Cristina Kirchner, según evaluaron los dos magistrados que la investigaron.
Se podría considerar que los fueros son un entorpecimiento para el avance de la causa, pero en todo caso ésta es una decisión política y no del Poder Judicial. Tanto es así que la semana pasada se habló de la posibilidad de que el Congreso le quite sus fueros al ex ministro y actual diputado Julio De Vido, que tiene cuatro procesamientos, a los que se sumó el pedido del fiscal Stornelli para ordenar su detención. Incluso, el senador Carlos Menem sigue ocupando su banca en el Senado y aspira a renovarla por otros seis años aun cuando tiene dos condenas por contrabando de armas y el pago de sobresueldos a quienes fueron sus ministros. Ninguna de ellas está firme.
Cristina Kirchner está procesada, con resolución firme, acusada de ordenar la venta de dólares en el mercado de futuros a sabiendas de que provocaría una pérdida económica para el país. Su causa está elevada a juicio oral y público en el Tribunal Oral Federal N° 1, el mismo que en agosto dictará sentencia en el juicio a Amado Boudou.
Ésta es la causa más avanzada contra la ex presidenta y sus probables fueros de senadora no impedirían juzgarla, sólo la protegen de la detención, no del proceso. Su juicio podría empezar, se estima, en 2018.
Otros procesamientos
La ex presidenta está procesada por haber direccionado las contrataciones de rutas santacruceñas en beneficio de Lázaro Báez. Esa causa fue apelada en la Sala I de la Cámara Federal. El camarista Eduardo Freiler, a quien el Gobierno insiste en sacar mediante un juicio político para el que no tiene los votos suficientes, votaría en favor de Cristina Kirchner. Su colega Leopoldo Bruglia estaría mas inclinado por confirmar el procesamiento. La clave es el voto del tercer juez, Jorge Ballestero, quien solía votar con Freiler, pero hace más de un año que disienten.
Otro caso en el que está procesada es Los Sauces. En ese expediente, Bonadio procesó a la ex presidenta por recibir dinero de alquileres de Báez y Cristóbal López como compensación por los negocios que les permitió hacer. La causa también está ahora en la Sala I de la Cámara Federal. Deben resolver un pedido de la ex presidenta para que pueda volver a disponer de sus fondos. No hay acuerdo entre Freiler y Bruglia y se ignora cómo votará Ballestero.
La tercera causa es Hotesur, por lavado de dinero. El fiscal Carlos Pollicita pidió que sea indagada y el juez Julián Ercolini estudia citarla entre agosto y octubre próximos.
Pollicita analiza pedir, al regreso de la feria judicial de invierno o aun antes, que indaguen a la ex mandataria por negociaciones incompatibles con la función pública por haber alquilado habitaciones de sus hoteles a las tripulaciones de Aerolíneas Argentinas cuando la empresa era estatal y ella era jefa del Estado. Otra vez el juez Ercolini resolverá.
Nuevos audios con Parrilli
Nuevos audios entre Cristina Kirchner y Oscar Parrilli se conocieron anoche, en el programa Periodismo para todos, de Jorge Lanata. En los diálogos se pudo escuchar a la ex presidenta preocupada por la «persecución judicial» a su hija Florencia, por sus bienes. Admitió que su «peor causa» es la de Nisman y advirtió sobre los riesgos de presionar a los fiscales.
fuente LA NACION