El Gobierno avanza con un proyecto para mudar el Ministerio de Justicia de la Nación al Espacio Memoria y Derechos Humanos, el predio donde funcionó la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el centro clandestino de detención más emblemático de la última dictadura.
Las gestiones están avanzadas. Ya están listos los croquis y el ministerio tiene asignado el que será su lugar, el «edificio 11», hoy desocupado, según informó a LA NACION el ministro de Justicia, Germán Garavano. Se mudarán unas 350 personas y la idea es que todo el traslado se haya concretado en dos años.
Los diálogos con referentes de los organismos de derechos humanos empezaron hace meses. Una de las interlocutoras fue la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, que ayer dijo a LA NACION que las entidades no se oponen al traslado.
La relación de los organismos con el macrismo es tensa y su aval es clave para concretar la mudanza, porque el gobierno del Espacio Memoria y Derechos Humanos está en manos de un ente tripartito, formado por un representante de la Nación, uno de la ciudad de Buenos Aires y otro designado por un directorio de organismos de derechos humanos. «La dirección será en toda oportunidad conjunta», dice la ley respecto del funcionamiento del ente público.
En los próximos días, se presentará el croquis del proyecto al Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, para su aprobación. Una vez que esté aceptado, se iniciará el trámite para contratar las obras.
Las oficinas que piensa mudar el gobierno de Macri están hoy en el edificio de Sarmiento 329. Incluyen la Unidad Ministro y la Secretaría de Justicia, es decir que el número uno y el número dos del ministerio trabajarían desde la ex ESMA.
Hoy ya funciona en este predio, emplazado en Avenida del Libertador 8151, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Además, hace meses que Garavano se instala allí varias veces por semana.
«Aspiramos a una puesta en valor de todo el predio -dijo el ministro Garavano a LA NACION, en respuesta al porqué de la mudanza-. Tiene que ver con jerarquizar.»
Según el ministro, «es frecuente que se olvide» que su cartera es de Derechos Humanos y no sólo de Justicia, y su idea es «devolver ese equilibrio».
Sin reparos
«Hace bastante que lo venimos conversando -relató Estela de Carlotto a LA NACION-. Aunque tengamos diferencias, en esto no tendríamos oposición porque es el Ministerio de Justicia y de Derechos Humanos. Lo que no toleraríamos es que pusieran otros espacios que no tengan nada que ver.»
Según Carlotto, las obras en la ex ESMA podrían ser positivas porque hace tiempo que están pidiendo refacciones eléctricas y de cañerías de cloacas, y hay lugares que se inundan. «Hay edificios que siguen estando deteriorados. Lo que perfeccione el funcionamiento general va a ser bueno», dijo.
En el marco de los diálogos para concretar el traslado, el Ministerio de Justicia anunció que se harán los trabajos eléctricos y de cañerías, y ofreció instalar un comedor y un auditorio para usos múltiples.
En el Gobierno sostienen, además, que el edificio de Sarmiento del ministerio no es funcional y que la mudanza permitirá liberar otros inmuebles que hoy se alquilan. Las dependencias que ocupan esos edificios pasarán a la sede de Sarmiento y el cálculo oficial es que así se ahorrarán más de $ 30 millones anuales.
En paralelo, como otra prueba de su voluntad de visibilizar el Espacio, Garavano dijo a LA NACION que están apoyando el proyecto para que la Unesco declare Patrimonio de la Humanidad el museo del Sitio de Memoria, tal como hizo con otros lugares emblemáticos como el campo de concentración de Auschwitz y Robben Island, en Sudáfrica.
El edificio donde pretende instalarse el ministerio está desocupado y, según relató Garavano, un informe que encargó el Gobierno sostuvo que allí no se cometieron delitos de lesa humanidad y que no tiene valor histórico. Además, esperarán que eso sea ratificado por una conformidad judicial del juez federal Sergio Torres, instructor de la megacausa por los crímenes de la ESMA.
El Espacio Memoria y Derechos Humanos se estableció en 2004 donde funcionó el mayor centro clandestino de detención y tortura de la región. El cálculo, según los datos oficiales, es que en la ESMA fueron desaparecidas alrededor de 5000 personas. Hoy, los objetivos del lugar son la «preservación de la memoria» y la «promoción y defensa de los derechos humanos desde distintas perspectivas y modalidades». Funcionan dentro del predio un conjunto de instituciones, además del Sitio de Memoria, que está ubicado en el ex Casino de Oficiales, complejo habitacional de las altas jerarquías de la Marina donde se ubicó la base operativa de la represión. Están también el Archivo Nacional de la Memoria y el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, un centro de promoción de la cultura y los derechos humanos con cine, música, teatro, fotografía y talleres; la Casa por la Identidad y otros espacios de distintas organizaciones de derechos humanos; el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos auspiciado por la Unesco, y señales de televisión públicas, como el Canal Encuentro y Pakapaka.
Estela de Carlotto
«Aunque tengamos diferencias, no hay oposición. Es el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos»
fuente LA NACION