El carácter del llamado encendió la luz de alarma. «Nos tenemos que ver urgente», le dijo ayer por la mañana, el subsecretario del Interior de Chile, Mahmud Aleuy, a cargo de la seguridad nacional, a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El gobierno de Michelle Bachelet informó al gobierno nacional de la existencia de mensajes que involucraban el supuesto envío de armas desde la Argentina hacia Chile.
La fiscalía de Temuco, en el sur de Chile, reveló mensajes de WhatsApp y Telegram que arrojan indicios sobre el intercambio entre grupos mapuches de ambos países de armamento en la zona de la Araucanía. El caso es investigado por la fiscalía y las policías del país vecino en el marco del conflicto mapuche y los antecedentes los entregó Carabineros de Chile luego de realizar detenciones simultáneas durante el fin de semana en una redada que se llamó Operación Huracán.
Aleuy, que llegará a la Argentina mañana o pasado mañana, le informó a Bullrich que tiene «información muy importante» para entregarle al gobierno argentino. «Nos pasarán detalles de por dónde habrían cruzado las armas», confiaron a LA NACION fuentes oficiales. Pero el funcionario chileno no quiso brindar más detalles por teléfono. Por la tarde, Bullrich informó al presidente Mauricio Macri todo lo que sabía.
«Inicialmente iba a venir la ministra [Bullrich], pero no podía así que tomamos la decisión de ir», dijo Aleuy. Además del tráfico de armas, Bullrich y el enviado de Bachelet hablarán sobre la visita de autoridades argentinas para la visita del papa Francisco a Chile, en enero, especialmente a la ciudad de Temuco, y para planificar la destrucción conjunta de pasos fronterizos ilegales.
Según la fiscalía, las conversaciones fueron interceptadas desde algunos de los celulares de los ocho líderes de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) y del grupo de resistencia Weichan Auka Mapu (WAM), que fueron detenidos el fin de semana en la Operación Huracán, que realizó Carabineros. Ambas organizaciones mantienen lazos con la agrupación Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), que lidera Facundo Jones Huala, de quien ayer se conoció la primera foto en prisión.
En unos de esos mensajes, dos de los detenidos dan un detalle de las armas que habrían sido transportadas a Chile: 6 escopetas, 10 revólveres, 12 pistolas, dos fusiles, 250 municiones (cartuchos), aproximadamente 550 balas para calibre 38 y 84 balas para 9 milímetros.
El aviso fue parte del intercambio que comenzó hace tres semanas entre las policías chilena y argentina, que acordaron trabajar en coordinación.
Fue la respuesta que dieron los presidentes Mauricio Macri y Michelle Bachelet ante el recrudecimiento del ciclo de violencia del conflicto mapuche, que inquieta a Chile y que en las últimas semanas se hizo más visible en la Argentina con la detención de Jones Huala y la desaparición de Santiago Maldonado. En Chile dieron un paso más y activaron el protocolo de la ley antiterrorista.
La justicia chilena, según publicó el diario El Mercurio, considera que el armamento solicitado estaría relacionado con varios ataques, entre ellos el que ocurrió hace 40 días, en San José de la Mariquina, cuando la organización de resistencia territorial Weichan Auka Mapu incendió 29 camiones.
En los textos interceptados por la Dirección Nacional de Inteligencia de Carabineros, los detenidos relataron este episodio. Ahí hay un intercambio de felicitaciones por los supuestos incendios. En lo que va de este año ya suman más de 90 los vehículos vandalizados.
fuente LA NACION