El ministro de Justicia, Germán Garavano, descartó ayer la posibilidad de que a Cristina Kirchner se le impida asumir su banca en la cámara por su situación judicial. Y, de esa forma, avaló la teoría sobre el desafuero que impera en el Senado y que exige una condena previa para echar a un legislador de la cámara.
«No lo creo, realmente no lo creo», afirmó Garavano ante la consulta sobre si la ex presidenta podía seguir el mismo derrotero que el ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido, que fue desaforado el miércoles último por la Cámara baja para permitir su detención.
Según Garavano, la Justicia «puede investigar sin desaforar» a Cristina Kirchner en las causas judiciales que la tienen como protagonista, como la que lleva adelante el juez federal Claudio Bonadio por el polémico memorándum de entendimiento con Irán. Similar opinión deslizó Garavano ante la misma consulta, pero en relación con Máximo Kirchner, diputado nacional y también investigado en varias causas judiciales. En este caso, existe un pedido de desafuero en la Cámara baja presentado por el massista Julio Raffo. De esta manera, el ministro sintonizó con la postura esgrimida por el jefe del bloque PJ-FPV del Senado, Miguel Pichetto (Río Negro), que es compartida también por referentes del oficialismo en la Cámara alta.
El líder de la mayoría opositora es un férreo defensor del principio de inocencia y, por lo tanto, de la necesidad de un fallo con sentencia firme confirmada por la Corte Suprema para poder expulsar o suspender y quitarle su inmunidad de arresto a un legislador. Se basa para respaldar este criterio en el pronunciamiento del máximo tribunal que le permitió a Carlos Menem participar de la última elección.
fuente LA NACION