Ante la situación dada en la feria del Libro con la concurrencia de los titulares de Cultura de la Nación y la Ciudad de Buenos Aires, y la interrupción para no dejarlos hablar, lo que derivó en el escándalo del a Feria en su edición Número 44, Fundación el libro se despega con un comunicado:
LA FUNDACIÓN EL LIBRO ANTE LOS SUCESOS EN LA INAUGURACIÓN DEL JUEVES 26
La Fundación El Libro lamenta los hechos ocurridos el 26 de abril, en la inauguración de la 44° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en la que manifestantes que reclamaban contra un proyecto de ley de modificación de la educación terciaria en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires impidieron con sus gritos que pudieran exponer los ministros de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires Enrique Avogadro y de Cultura de la Nación Pablo Avelluto.
Tras varios minutos de tolerancia y el pedido del presidente de la Fundación El Libro Martín Gremmelspacher para que se acallaran los gritos, y ante la evidencia de que eso no se producía, subió al escenario la escritora Claudia Piñeiro, que debía cerrar el acto. Al concluir e intentar el ministro Avelluto dar su discurso, un manifestante subió al escenario y el ministro le cedió el micrófono. Así y todo, luego el ministro no pudo hablar y el acto debió concluir. No satisfechos con ello, un grupo pasó adelante e inició una representación dramática.
El ingreso la acto fue con invitaciones nominadas y especiales enviadas por la Fundación El Libro. Luego del ingreso del público invitado y registrado, y como quedaba lugar en la sala se dio acceso al público general, esto es una práctica usual en la inauguración. En este sentido, la Fundación El Libro quiere destacar que realiza este acto propio, en el que se expresan, sobre todo, problemáticas del libro. No lo hace como tribuna pública ni menos puede consentir que no puedan expresarse las autoridades y personalidades invitadas a hacerlo.
Hace 44 años que la Fundación El Libro y su Feria realizan este acto tradicional con una idea democrática, participativa y respetuosa. No podemos aceptar que se la distorsione, lo que perjudica, también, a la institución.
Martín Gremmelspacher
Presidente
Fundación El Libro