El juez federal de Bariloche Gustavo Villanueva citó a indagatoria al cabo primero de la Prefectura Naval Francisco Javier Pintos en la causa por la muerte de Rafael Nahuel. El magistrado tomó esa medida luego de que el peritaje balístico determinó que el proyectil que acabó con la vida del joven mapuche era compatible con el arma que portaba ese uniformado durante el operativo del 25 de noviembre pasado en Villa Mascardi.
El juez dispuso la indagatoria para el 5 de julio, en una causa que se desarrolla bajo un fuerte hermetismo debido a que está bajo secreto de sumario.
En la causa, el cotejo de proyectiles, analizado por tres peritos (dos oficiales y uno de parte de la querella), arrojó que la bala encontrada en el cuerpo del joven mapuche se correspondía con el arma rotulada con el código 05-C335508. Esa identificación coincide con el subfusil MP5, número de serie 335508, que portaba el cabo Pintos, de acuerdo con un acta a la que accedió LA NACION, confeccionada el día de los incidentes, cuando se secuestró el armamento de los prefectos del operativo.
Luego de que, ayer, trascendió el llamado a indagatoria, en el Ministerio de Seguridad, que encabeza Patricia Bullrich, subrayaron: «La indagatoria llega en un contexto en el que se corroboró que los dos mapuches y el propio Rafael Nahuel tenían partículas compatibles con la pólvora. En la causa se reforzó la teoría de que hubo una emboscada de parte de la comunidad mapuche y los prefectos debieron defenderse de un ataque».
Restos de pólvora
En la causa también se incorporó otro peritaje clave: el que analizó la presencia de residuos de disparo en las manos de tres mapuches y un grupo de prefectos para estipular si existió, o no, fuego cruzado.
En ese estudio, el Centro Atómico de Bariloche analizó 52 muestras tomadas con cintas de carbono en las manos del grupo de prefectos que encaró la avanzada, cerro arriba, en Villa Mascardi, y de los mapuches detenidos tras el enfrentamiento: Fausto Jones Huala y Lautaro González. También se analizaron las manos del propio Nahuel. Se buscó identificar partículas GSR ( gunshot residue o residuo de disparo), es decir, los tres elementos característicos de los granos de pólvora: bario, plomo y antimonio.
Las muestras primero fueron analizadas en microscopio por el Centro Atómico de Bariloche, en un procedimiento que fue grabado en video. Luego, los datos en «crudo» se remitieron al Servicio de Ingeniería y Química Forense del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) del Ministerio Público de Salta.
Allí, según pudo conocer LA NACION de fuentes judiciales, el perito oficial detectó partículas compatibles con la pólvora en las manos de los prefectos, pero también en las de los tres mapuches: el joven abatido y los dos que bajaron su cuerpo cerro abajo.
El punto 7 de ese informe pericial, sin embargo, aclaró que del video del peritaje hecho en Bariloche surge que la manipulación de las muestras no cumplió con la normativa, ya que los expertos no habrían cambiado sus guantes de un caso al otro. Ese procedimiento «no permite asegurar que no exista transferencia de una muestra a la siguiente», señaló el escrito.
Consultado por LA NACION, el experito de la Corte Suprema y profesor adjunto de Química Analítica Instrumental de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA Sergio Giorgeri explicó: «Si están los tres elementos (bario, plomo y antimonio), esa partícula puede corresponder a un grano de pólvora. Pero eso no alcanza para decir que esa persona apretó el gatillo: puede tratarse de un disparo, pero también de una transferencia».
Este panorama puede abrir nuevos frentes de conflicto. En el Gobierno se mostraron ayer con la tranquilidad de haber acreditado que, como siempre dijo, existió un enfrentamiento armado durante el operativo de desalojo en Villa Mascardi. Al mismo tiempo, ayer no se descartaba que alguna de las partes pidiera la nulidad del peritaje sobre los restos de pólvora, a raíz del «punto 7» del informe pericial del Ministerio Público de Salta.
fuente LA NACION