El acuerdo entre la Nación y las provincias avanza a paso firme, así lo aseguraron desde ambas trincheras. Tras el encuentro de ayer, los principales negociadores del Gobierno quedaron convencidos de que la oposición acompañará, aunque con quejas, la aprobación del presupuesto . Incluso, desde la Casa Rosada adelantaron que solo resta resolver un 30 por ciento del ajuste que tienen que afrontar los gobernadores.
Dos decisiones alcanzan para cubrir 71.500 millones de los 100.000 millones de pesos que tienen que recortar los mandatarios provinciales para el año que viene: $26.500 millones del Fondo Federal Solidario (Fofeso), que el Gobierno eliminó vía decreto, y la transferencia a las provincias de los 45.000 millones pesos en subsidios al transporte. De esto último, la mayor carga caerá en dos distritos de Cambiemos , la provincia de Buenos Aires y la ciudad de Buenos Aires.
«Estamos muy cerca, soy optimista», dijo uno de los negociadores del gobierno nacional. La próxima reunión será la semana que viene.
Según confiaron testigos del encuentro entre el Gobierno y los ministros de economía de 17 provincias opositoras, la Casa Rosada aceptó revisar algunos pedidos, pero descartó de plano la posibilidad de suspender por un año el pacto del consenso fiscal que se firmó a fin de año. Cerca de Macri advirtieron que la interrupción de ese acuerdo «es una pésima señal».
Los gobernadores aspiraban a paliar parte del déficit del ajuste con un incremento en Ingresos Brutos. «No habrá aumento de impuestos», dijeron con seguridad los representantes del gobierno nacional. La Casa Rosada se comprometió a analizar la inclusión en el presupuesto de la transferencia del 3% del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses , unos $25.000 millones. «Hay que analizarlo bien. No es lo mismo disponer de fondos directamente que tomar un préstamo. Hay que ver a qué tasa, por ejemplo», advirtió ante LA NACION un ministro del norte.
Cuando Rodrigo Pena, secretario de Hacienda, y Alejandro Caldarelli, secretario de Provincias, llegaron a la Casa de Salta y subieron al octavo piso, los ministros opositores -13 peronistas, tres de fuerzas provinciales y un socialista- llevaban casi dos horas reunidos.
El intercambio fue tranquilo, aunque enérgico y por momentos vehemente. De los dos lados.
Hubo enviados de 17 gobernadores. Solo faltaron los ministros de Misiones y de Santiago del Estero. Los ministros plantearon que la clave para completar el recorte de $100.000 millones que les exige la Nación es una mayor recaudación. Es decir, compensar decisiones como la eliminación del fondo sojero con medidas que generen más recursos, como la ampliación de la base imponible de algunos impuestos y la revisión de exenciones al impuesto a las ganancias y a los bienes personales. «Recaudar más sin aumentar impuestos», sintetizó uno de los ministros, consciente de que el Gobierno no aceptará nada que huela a subir la presión impositiva. En ese sentido, los enviados de la Casa Rosada también anunciaron que se reunirán con las autoridades de la AFIP para evaluar medidas que ayuden a incrementar las recaudaciones locales.
Los ministros aprovecharon la reunión para plantear, esta vez en grupo, su malestar por el final anticipado del fondo sojero, por el que las provincias y los municipios dejarán de recibir $8500 millones en lo que resta del año y otros $26.500 millones el año que viene. Son recursos mayormente destinados a obras. Pero la decisión no se revocará, dijeron desde el Gobierno.
Más allá de las dudas y los cabos todavía sueltos, quedó claro que el ánimo de las provincias opositoras es conciliador. «Confiamos en que el presupuesto va a salir y tenemos disposición para seguir discutiendo alternativas», dijo el ministro de Córdoba, Osvaldo Giordano.
fuente LA NACION