La recuperación del salario y la mejora del consumo son temas que ocupan un lugar central de la agenda del Gobierno. El objetivo es monitorear semana a semana lo que va sucediendo con los ingresos en términos reales, porque de eso también dependerá el humor de la gente a la hora de votar en octubre. Y ayer realizaron una primera evaluación de la situación tres de los máximos responsables del equipo económico en esta tarea.
En la mañana se reunieron en la sede de Trabajo, el ministro de Producción, Dante Sica; el número dos de Hacienda, Miguel Braun; y el secretario de Trabajo, Lucas Fernández Aparicio.
De esta reunión surgieron importantes lineamientos de lo que podría suceder en los próximos meses con el mercado laboral, en sus distintos aspectos: paritarias, evolución de los salarios versus la inflación, evolución del empleo y qué sucederá con los empleados públicos.
Tras haber caído más de 12 puntos en términos reales en diciembre, los salarios habrían comenzado un proceso de recuperación en enero. La expectativa es que esa mejora impulse de a poco el consumo en los próximos meses
Estos son algunos aspectos claves que surgieron del encuentro:
– Evolución del ingreso real. Según evaluaron los funcionarios, en base a datos de la secretaría de Trabajo, el salario real habría tocado fondo en diciembre, luego de la caída de 12% en promedio contra la inflación durante 2018. Y en enero ya habría comenzado la recuperación, porque el aumento registrado superó el 2,9% de inflación del mes. Sin embargo, habrá que esperar la evolución del índice de salarios que divulga el INDEC para corroborarlo. La expectativa es que esa mejora se consolide con el paso de los meses. Según las estimaciones oficiales, «los salarios aumentarían 3 puntos porcentuales en términos reales en 2019 y en el cálculo «punta a punta» la mejora llegaría a 10 puntos. Los incrementos salariales de estos primeros meses de 2019 están relacionados con las cláusulas de revisión que se firmaron el año pasado y que en muchos sectores incluía actualizaciones que llegan hasta abril. Luego será el turno de los aumentos que serán negociados en paritarias. ¿Y si la inflación es superior al 28% que calcula el ministerio de Hacienda? Como la mayoría de las paritarias volverán a firmarse con cláusula de revisión, entonces creen que terminarán recuperando el terreno perdido.
– Paritarias. Se insistió con la idea que las negociaciones salariales entre empresas y sindicatos son «libres» y que el Gobierno no fijará ni pisos ni techos. «Ya no hay una meta de inflación, así que cada sector puede negociar lo que le parezca. Seguramente estará todo muy influenciado por la evolución de la actividad», indicaron. Por lo bajo, sin embargo, espera que los aumentos se ubiquen en el rango de 30-35%. Se estima que la mayoría de las negociaciones incluirán cláusula de revisión para evitar que se vuelva a perder contra la inflación.
¿Y si la inflación es superior al 28% que calcula el ministerio de Hacienda? Como la mayoría de las paritarias volverán a firmarse con cláusula de revisión, entonces creen que terminarán recuperando el terreno perdido
– Salario del empleado público. Volverán a ser los más perjudicados, ante la necesidad del Gobierno de alcanzar el equilibrio fiscal en 2019. El número final lo terminará decidiendo el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena, pero no estará muy lejos del 20%, es decir 10 puntos menos que para el resto de los trabajadores formales.
– Nivel de empleo. Es uno de los temas que se monitorea con mayor preocupación. Hoy se conocerán datos oficiales de enero que volverán a dar negativos, es decir mostrarán destrucción de puestos laborales. «Es un tema que preocupa, pero no estamos viendo un deterioro significativo. Además, si la economía empieza a repuntar pasará a ser un tema secundario en los próximos meses», aseguran en el equipo económico. Desde abril, se registraron 130.000 puestos menos de trabajo en el sector formal, la mitad perdidos en la industria.
– Procedimientos Preventivos de crisis. Hay satisfacción por la manera en que se negoció con Femsa, la embotelladora de Coca Cola, que terminó despidiendo 32 empleados pero sin el paraguas del PPC. Así, se buscó poner un límite desde el Gobierno a actitudes de empresas que buscan sacar ventaja de una situación complicada. El objetivo, además, fue enviar una señal a otras compañías que querían tomar el mismo camino para reducir el costo del achicamiento del personal.
fuente INFOBAE