El precandidato a vicepresidente Miguel Pichetto, compañero de Mauricio Macri en la fórmula Juntos por el Cambio, participó del programa Terapia de Noticias, que se transmite por LN+, donde fue consultado por diversos temas de actualidad. Pichetto contó que tras su llegada al oficialismo no recibió ningún tipo de «coucheo» y que sigue manteniendo su esencia. «Me han dado libertad para decir lo que pienso», dijo. En cuanto al asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba opinó: «Tiene una formación intelectual muy sólida».
Sobre la reunión que mantuvieron ayer con el senador Adolfo Rodríguez Saá, dijo: «Sus manifestaciones fueron claras en el sentido de acompañar y ser parte en el proceso, esas palabras utilizó hoy él con el Presidente». Pichetto calificó a la reunión como «muy importante» y también con un «profundo contenido humano». Contó así que mantiene una relación personal y de afecto con Rodríguez Saá y que la voluntad de este fue acercarse y dialogar con el Presidente para transmitirle la voluntad de apoyar la tarea del Gobierno.
En ese sentido explicó que eso implicará un apoyo no solo «en tono electoral sino también luego del 10 de diciembre, ya que él tiene un mandato de senador de cuatro años». El candidato señaló que Rodríguez Saá juega un rol importante dentro del peronismo: «Él tiene una simbología fuerte en el peronismo del centro nacional, implica un símbolo no radicalizado, no girado a la izquierda».
«El senador ha tenido una adhesión de más del 20%. Sumado a que Cambiemos, con el senador Carlos Poggi, sacó alrededor del 24 o 25% indica indudablemente esa construcción un apoyo importante que nos puede permitir ganar en San Luis», señaló después.
Ante la consulta de si el ajuste seguirá luego del 10 de diciembre si Macri continúa en el poder, algo que alega la oposición, respondió: «¿Y cuál es la propuesta de la oposición? Un distribucionismo vacío, con planes».
«Lo que hay que generar es un modelo de estabilidad que me parece que el Gobierno en los últimos 90 días lo ha conseguido. El dólar no es un problema del círculo rojo ni del sector financiero, es un problema de la señora que va al supermercado, a la góndola, el dólar impacta en la canasta familiar. El Gobierno ha estabilizado el dólar, ha incentivado el consumo…», agregó.
Con ese mismo espíritu positivo, añadió: «La economía tiende a tener ya algunos elementos de reactivación en determinados sectores». Sobre por qué demoró tanto esta reactivación, respondió: «Porque hubo un problema estructural que no fue debidamente asumido por el Gobierno en forma inmediata (…) El desafío de Macri es consolidar unmodelo capitalista«, enfatizó.
Pichetto se refirió a la fórmula presidencial del Frente de Todos y señaló un problema de base: «Analizo algo muy importante en términos de la trascendencia del voto y es que el poder real de esa fórmula está en la vicepresidencia. Cuando en el peronismo el poder real no coincide con el formal hay problemas. Dos usinas del poder, dos caras del poder, dos miradas sobre determinadas acciones».
«Un ejemplo de lo que hay que hacer tiene que ver con la unidad de los argentinos, Macri tiene que llevar una construcción de tipo espiritual», dijo, al ser consultado sobre las propuestas de campaña. «Creo que si además logramos consolidar el triunfo electoral se termina un ciclo en la política argentina. Una forma de ver cómo tiene que funcionar el sistema democrático, con un esquema de coalición o fractura o de hacer con cada ley un acontecimiento bélico como sucedió con la reforma previsional, que fue muy importante para los sectores previsionales».
Mencionó que el modelo laboral de la Argentina tiene que sentar a los empresarios y a los trabajadores y plantear un eje de crecimiento. » Vaca muerta es el modelo. 20 mil empleos más, mayor competitividad, mayor productividad, mayor inversión», dijo. «La Argentina necesita un acuerdo económico y social, un modelo de crecimiento. Yo rescato cuatro conceptos: orden, administración, crecimiento y empleo de calidad«.
Lavagna
También opinó sobre el candidato a presidente por Consenso Federal, Roberto Lavagna, y dijo: «Lavagna tiene que ser más justo con el proceso histórico que él heredó. La gran crisis argentina había comenzado a ordenarse a raíz de una decisión que había tomado [Jorge] Remes Lenicov. Él encara un proceso económico con la tarea más difícil y más dura hecha. Y creo que el proyecto de Lavagna es un proyecto menor».
Sobre la lógica interna de la firma del tratado de entendimiento con Irán durante el gobierno de Cristina, explicó que el objetivo era destrabar la investigación mediante la posibilidad de tomar la indagatoria en Irán. «Era un mecanismo sui generis pero posible», dijo. «A la luz de los acontecimientos fue un grave error de política y de política internacional, pero tampoco lo considero un delito». Sin embargo admitió que lo votó: «Me hago cargo de lo que hice, claro que me arrepiento».
fuente LA NACION