Antes deberían definir que es y que no es peronismo, la Chorra y jefa de una asociación ilícita se defendió durante una hora y media.
La vicepresidenta Cristina Kirchner salió este martes al cruce del fiscal Diego Luciani con un fuerte descargo, tras el pedido de condena de 12 años de cárcel e inhabilitación para ejercer cargos públicos de por vida en el juicio por la causa Vialidad.
En un discurso de una hora y media transmitido vía streaming en sus redes sociales, CFK acusó a Luciani de omitir pruebas contra otros empresarios, culpó a José López por la corrupción y volvió a denunciar lawfare y persecución en su contra.
“Es un juicio contra el peronismo”, planteó la Vice, al tiempo que aseguró que “la sentencia ya estaba escrita” en el juicio por presuntas irregularidades en la adjudicación de obra pública cuando era mandataria.
“Los fiscales pudieron leer su guion durante nueve jornadas. Me hubiera gustado hablar frente al tribunal”, dijo, para luego quejarse de que no le hayan permitido transmitir ni televisar la declaración indagatoria en 2019 y que ahora le rechazaran la ampliación de su indagatoria.
La exmandataria relató de forma cronológica los pormenores de una investigación que supuso, en su opinión, una “feroz campaña política y mediática” en su contra, basada en supuestos sobreprecios en torno a la construcción de “rutas inexistentes” en la provincia de Santa Cruz.
Durante su alocución, la vicepresidenta argumentó que no existen pruebas en su contra y que ninguno de los citados a declarar durante el juicio apoyó con su testimonio la versión de los fiscales, a quienes culpó de adoptar el “guión” de los medios de comunicación.
“Durante cinco días los fiscales hicieron acusaciones que no eran tales, sino un guion, nada de lo que dijeron fue probado. Nadie sabe de dónde sacaron esas cifras”, sumó, respecto de los presuntos sobreprecios consignados en la causa.
Aseguró, además, que “todos los testimonios de testigos puestos por los fiscales finalmente colapsaron”.
La expresidenta cuestionó a Diego Luciani y Sergio Mola por no investigar las comunicaciones telefónicas del exsecretario de Obras Públicas, José López (condenado por enriquecimiento ilícito en la causa de los bolsos con 9 millones de dólares que trató de esconder en un convento en General Rodríguez) y el empresario Nicolás Caputo, amigo del expresidente Mauricio Macri, las que “serían un escándalo monumental según sus criterios, pero sorpresivamente no les llamó la atención”.
CFK mostró comunicaciones entre Caputo y López, que demostrarían la “familiaridad” que había entre ambos. También apuntó contra Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, que lleva casi dos años prófugo, al señalarlos como responsables de construir un entramado judicial dedicado a perseguir a los funcionarios de los gobiernos kirchneristas.
”Finalmente, afloró un sistema judicial totalmente compenetrado con los servicios de inteligencia y obviamente dirigido, direccionado y creado desde la propia Casa Rosada a través de Mauricio Macri”, aseveró la vicepresidenta.
”(Fabián Rodríguez Simón) es el único dirigente político prófugo y no es peronista. Ninguno de nosotros se profugó cuando nos persiguieron, nos amenazaron y nos encarcelaron. Nos quedamos acá, en la Argentina, a dar cuentas. Ustedes, huyen. A la primera citación que tienen, huyen”, agregó.
La vicepresidenta finalizó su exposición con acusaciones de persecución política de parte de los fiscales, y aseguró: “No vienen por mí, vienen por ustedes, por sus salarios y jubilaciones”.
“Esto es un juicio al peronismo y a los gobiernos nacionales y populares”, señaló la vicepresidenta después, y se defendió: “La obra pública fue una formidable gestión de mi gobierno, desde Ushuaia hasta La Quiaca”.
Cristina Kirchner dijo además: “Nos piden 12 años de prisión por los 12 años del mejor gobierno que tuvo la Argentina desde que volvió la democracia, que fueron el mandato de Néstor Kirchner y los dos míos. Por eso me van a estigmatizar y condenar. Si naciera 20 veces, 20 veces haría lo mismo”.