El secretario de Seguridad, Sergio Berni, aclaró que hay otras dos víctimas fatales de las cuales se debe confirmar si fallecieron como consecuencia de las fuertes lluvias. En total cayeron 180 milímetros de agua y debieron evacuar a 300 vecinos de Villa Mitre
Las lluvias comenzaron a sentirse con algo de intensidad alrededor de la 1 de la madrugada del martes pero recién cerca de las 3 el sonido del agua se encendió y permaneció así, de forma constante, durante otras dos horas y media. Los relámpagos crujieron en numerosas ocasiones pero nada hacía suponer lo que realmente ocurriría, aunque sí se preveía que la Ciudad amanecería inundada, en especial en los barrios con arterias críticas, como Belgrano.
Poco después de las 5, los meteorólogos lanzaron la noticia: “En dos horas cayeron más de 100 milímetros. Una cifra histórica para este mes”. Inmediatamente, aparecieron imágenes de un colectivo tapado por el agua -cuyos pasajeros lograron ser rescatados a tiempo-, camiones atrapados y autos flotando en plena Panamericana. “Los principales accesos a la Ciudad están anegados y hay barrios sin luz”, seguían los reportes de los especialistas del tránsito.
Pero lo peor se conocería más tarde, cuando el fenómeno climático comenzó a ceder. En total, el jefe del SAME, Alberto Crescenti; y el secretario de Seguridad nacional, Serio Berni, confirmaron seis muertos. Además, hay otras dos personas fallecidas pero habrá que esperar los resultados de las autopsias para determinar si perdieron la vida como consecuencia de la lluvia torrencial.
Se trata de una mujer que sufrió un paro cardíaco y de un hombre que tuvo un pico de diabetes. Cuatro de las víctimas son adultos mayores, que superan los 80 años. La mayoría vivía en el barrio de Saavedra.
El fenómeno climático obligó a evacuar a más de 1.000 personas en la Ciudad y el Gran Buenos Aires, provocó cientos de anegamientos, cortes de luz, propiedades inundadas y serias dificultades en el tránsito y con el funcionamiento de los semáforos, entre otros inconvenientes.
Berni primero habló de ocho muertos, más tarde Crescenti aseguraba que eran seis las víctimas fatales y finalmente hacia el final del día, el secretario de Seguridad nacional precisó que había seis fallecidos y otros dos que podrían ser a causa del temporal, pero que aún no se sabía.
Según se informó a la prensa, de todas las víctimas fatales, cuatro son mujeres mayores de 80 años y las otras cuatro son hombres de 53, 54, 64 y 70 años, entre ellos, un operario que falleció electrocutado en la estación Los Incas, de la línea B del subte, lo que desencadenó un paro desde las 16 y la gente se quedó sin servicio por el resto de la jornada.
La Dirección Nacional de Vialidad (DNV) precisó que los accesos a la Ciudad estuvieron inundados en diversos tramos, como en los puentes Nicolás Avellaneda, Pueyrredón y La Noria, al igual que la Panamericana y el Camino Negro.
Las autopistas 25 de Mayo y Perito Moreno tuvieron que ser cortadas al tránsito, con desvíos por Lacarra. También estuvo interrumpida la circulación sobre la autopista Dellepiane a la altura de Cafayate.
Además, por la tormenta colapsó la red de transporte público: la línea B del subte funcionó con servicio reducido, y estuvieron interrumpidos el Premetro, los ferrocarriles Mitre y Sarmiento.
A su vez, se registraron algunos accidentes en la Panamericana y en la avenida Santa Fe, mientras que en la autopista Buenos Aires-La Plata se produjo un choque en cadena a la altura de la localidad bonaerense de Bernal, partido de Quilmes.
En medio del temporal, incluso, se produjo una explosión en la destilería que YPF tiene en la ciudad de Ensenada. Afortunadamente no se produjeron heridos, pese a la magnitud de las llamas.
Regreso obligado
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, retornó de urgencia de Brasil, hasta adonde había ido a pasar unos días por el fin de semana largo; recorrió el barrio de Chacarita y brindó una conferencia de prensa, en donde volvió a reclamarle al gobierno nacional que lo deje “trabajar”, en referencia a los impedimentos que tiene la Ciudad por parte de Nación para solicitar créditos al exterior y completar las obras del arroyo Vega, que resolverían los problemas en Belgrano, Núnez y Saavedra.
«Calculamos que unas 300 personas tuvieron que ser evacuadas del Villa Mitre y están siendo asistidas en un colegio de la zona», señaló Macri.
El jefe comunal calificó al temporal como «una tragedia climática», que no ocurría “desde 1906” y aseguró que «más de 600 personas» de sus equipos estuvieron trabajando en las calles para asistir a “350 mil vecinos afectados, sólo de la Capital”.
Para esos damnificados, la administración macrista habilitó subsidios y junto con el Banco Ciudad elaboraron tres líneas de créditos, a tasa subsidiada y con un período de gracia inicial.
En la Provincia, unas 80 personas tuvieron que ser evacuadas en los barrios de Villa Maipú y Villa Hidalgo, en el partido bonaerense de San Martín, y 400 más se vieron obligadas a abandonar sus casas en La Matanza, a causa del avance de las aguas.
En La Tablada, partido de San Justo, se desmoronó uno de los laterales del cementerio judío, ubicado en Leguizamón y Tuyutí, y destrozó 60 tumbas.
Por la tarde noche, la tormenta se trasladó a los distritos de la zona sur del Gran Buenos Aires y tuvo su mayor impacto enLa Plata, donde la acumulación de agua llegó a los 311 milímetros, según datos del observatorio de la universidad de esa ciudad.
La situación fue igual de acuciante como en la Capital Federal y al menos 900 personas debieron ser evacuadas entre La Plata, Berisso y Ensenada. Aún no se conoce si hay heridos o víctimas fatales. El Hospital de Niños de La Plata sufrió el corte energético pero el servicio pudo ser restablecido gracias a los generadores del establecimiento.
Las imágenes de la televisión mostraban que el agua cubría la mitad de las viviendas en lugares “donde nunca antes se había inundado”, según confió una vecina afectada al canal de noticias TN.
En una jornada caótica para toda el área metropolitana, con récord histórico de acumulación de agua en abril –en todo el mes suele caer 74 milímetros- también se produjeron algunos saqueos e intentos de robos en supermercados y otros comercios de los barrios porteños de Liniers y Mataderos como la aparición deestafadores que pedían falsas donaciones para los afectados por el temporal.
En medio del calvario de la gente, una vez más las inundaciones fueron motivo para otra disputa entre la Ciudad y Nación, que se cruzaron acusaciones sobre quién es el responsable por la falta de obras para evitar los colapsos, los destrozos, los daños materiales y, fundamentalmente, para salvar vidas, algo que ninguno de los dos gobiernos pudo hacer.
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