CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Ante el habitual elenco estable de sus apariciones públicas, la Presidenta pidió «reelaborar el pensamiento del siglo XX y retomar como generación un proyecto de país que tiene sus cimientos y sus pilares fundantes en ese 25 de mayo de 2003».
O sea que más que hablar de la Revolución de Mayo, ella prefirió reivindicar el inicio de los 11 años del kirchnerismo en el poder.
La jefa de Estado recordó al intelectual Arturo Jauretche, del que se cumplen 40 años de su fallecimiento, y destacó que fue el «último gran pensador nacional que estructuró el pensamiento de muchas generaciones, como lo había hecho la Generación de Mayo. Qué gran desafío que tenemos en este siglo XXI».
«El gran desafío que tenemos en este Siglo XXI es el degenerar nuestra propia experiencia como país y reelaborar el pensamiento del Siglo XX y retomar, como generación, la necesidad de formular un proyecto de país que tienen sus cimientos y sus pilares fundamentes en ese 25 de mayo de 2003, cuando un hombre al que le habían dicho, como a todos los argentinos, que era imposible construir un país donde hubiera trabajo, buenos salarios, donde los empresarios pudieran ganar plata y pudiéramos pagar la deuda, él dijo que había otra manera de gobernar de pensar, y dejó la vida en eso».
Cristina anunció que se le erigirá un monumento a Jauretche a pocos metros del que se hizo al sacerdote católico Carlos Mugica.
Ella también consideró que «Néstor Kirchner dejó la vida para construir un futuro para todos los argentinos».
No explicó el motivo por el que Kirchner decidió desoir las recomendaciones de los galenos, algo que le habría permitido sobrellevar un problema que inicialmente no era complicado. Además, él ya no era el Presidente de la Nación y podía dedicarse a resolver sus problemas.
Sin embargo, latosa como sucede casi siempre en los tiempos recientes, Cristina dijo: «Néstor dio la vida para que todos podamos tener un futuro como país y en este día celebramos también el comienzo de su gobierno».
Ella convocó al conjunto del pueblo argentino a la unidad nacional, «pero no a cualquier unidad. No me interesa la unidad nacional para volver para atrás, para no ocuparse de los pobres y los excluidos. La unidad nacional que necesitamos es lograr que cada vez podamos entendernos cada vez más y mejor a través de la palabra, sin descalificaciones y sin discriminaciones».
La Presidenta también dijo: «Siento que se cumplido una parte importante en la tarea, pero como dije una vez, mientras haya un solo pobre en la patria estaremos en deuda con ella, y nuestra obligación como argentinos y como cristianos es, precisamente, llevar no solamente el mensaje, sino la acción».
Para la viuda de Kirchner, «estamos ante una oportunidad histórica que, es cierto algunos quieren boicotear, algunos quieren sembrar cizaña, dividir y enfrentar. No cuenten conmigo, voy a seguir trabajando como siempre lo he hecho, por las ideas en que creo, con las fuerza de mis convicciones».
«Necesitamos de argentinos y argentinas convencidos , con fe en la patria, fe en la nación, fe en nuestra historia y en nuestras posibilidades, y con esperanzas en el futuro; pero también hay que saber que el futuro vino a quedarse y hoy está más firme que nunca, y lo vamos a seguir llevando adelante», afirmó Cristina Fernández.
Y agregó: «Son ustedes los que saben muy bien qué clase de convicciones, qué clase de certezas, qué clase de conductas y qué clase de historia requiere la nación para seguir cambiando ese destino que empezamos torcer ese 25 de mayo de 2003, como lo hicimos también un 25 de mayo de 2010».
En este marco, la Presidenta pidió que «no angustien y no asusten más a los argentinos, ayuden a construir esperanza. (…) Es cierto que algunos quieren boicotear, sembrar cizaña, algunos quieren dividir y enfrentar. No cuenten conmigo, voy a seguir trabajando como siempre lo he hecho por las ideas en las que creo, con las fuerza de mis convicciones».
Cristina sostuvo que «no hay revolución sin pueblo», y que no se hubiera podido construir una nación independiente «sólo por el esfuerzo de un puñado de patriotras sino estaban acompañados por el pueblo».
«Debemos tener fe en la patria, en la nación, en nuestra historia, en nuestras posibilidades y para ello necesitamos de argentinos y argentinas convencidos», sostuvo.
En ese sentido, y dirigiéndose a la multitud, dijo que «son ustedes los que saben muy bien qué clase de convicciones y certezas requiere la nación para seguir cambiando este destino que algunos nos quieren imponer y que empezamos a torcer el 25 de mayo de 2003 como fue en 1810».