El ministro de Energía, Juan José Aranguren, afirmó ayer que «las correcciones tarifarias» en el sector eléctrico se implementarán «en los próximos dos meses» y que se procurará alentar inversiones en el sistema de distribución para «volver a los estándares de servicio que teníamos en 2003, como mínimo».
El funcionario reiteró que el nuevo esquema tarifario «protegerá a los sectores que no puedan afrontar el costo pleno del servicio».
Aranguren precisó que los aumentos de tarifas serán acompañados por un programa para bajar «hasta el 15 por ciento» el consumo de energía, y que eso significará «un impacto muy positivo en la balanza comercial», porque permitirá reducir los subsidios del Estado a ese sector, considerados por los economistas uno de los grandes responsables del fuerte déficit fiscal y de los problemas cambiarios.
A mediados de mes, un funcionario cercano al ministro de Energía había sostenido que los incrementos en las boletas tendrían lugar el mes próximo. Días después, el propio Aranguren reconoció que ésa era una alternativa posible. Ahora, sin embargo, extendió ese plazo al primer bimestre de 2016. Incluso antes de que Mauricio Macri ganara las elecciones el ex presidente de Shell reconoció que su intención era que los hogares pobres tuvieran un «block» de 150 kilowatts por hora por mes gratuito de consumo.
El funcionario sostuvo también que los incrementos de las tarifas apuntarán a mejorar los ingresos a las compañías distribuidoras para avanzar en inversiones y trabajos de mantenimiento y expansión de las redes.
Tanto Néstor como Cristina Kirchner rechazaron aplicar revisiones periódicas de las tarifas mientras estuvieron en el gobierno. Por ese motivo, las empresas, principalmente Edenor y Edesur, se encontraron con costos en aumento e ingresos planchados, pero al mismo tiempo erosionados por la inflación.
Aranguren también sostuvo que el Gobierno implementará un esquema de facturación mensual, en lugar de bimestral, para amortiguar los efectos de los aumentos de tarifas en los bolsillos de los consumidores.
El decreto 134, que declaró la emergencia eléctrica, habilitó al ministerio que maneja Aranguren a activar un programa de acciones en generación, transporte y distribución de energía de jurisdicción nacional y «garantizar la prestación de los servicios públicos de electricidad en condiciones técnicas y económicas adecuadas».
En los considerandos, la medida hizo referencia a «la ausencia de un esquema tarifario que brinde señales hacia un consumo eficiente y racional».
Por otra parte, el funcionario se refirió a los cortes de luz que hay en el Gran Buenos Aires y la Capital. «La inversión ha estado ausente en los últimos años, y ante la existencia del problema, lo reconocemos, no lo ocultamos, para poder resolverlo», sostuvo el ministro. «En 2003 teníamos cuatro cortes por usuario al año y duraban seis horas; en 2014, pasamos a siete cortes y medio por usuario al año y una duración promedio de 33 horas». Debemos recuperar los estándares de 2003 y luego mejorar», expresó.
Un sector en problemas
Cortes
El ministro recordó que en 2003 se producían cuatro cortes de energía eléctrica por usuario por año y duraban seis horas; en 2014 se pasó a siete cortes y medio por usuario al año y una duración promedio de 33 horas
Factura mensual
Para amortiguar los efectos sobre el bolsillo de los incrementos en las tarifas, las facturas pasarán de ser bimestrales a mensuales, algo que se trabaja con las empresas
Juan José Aranguren
Ministro de Energía
«Las correcciones tarifarias en el suministro de electricidad se dispondrán en los próximos dos meses»
«Debemos recuperar los estándares del año 2003 y luego empezar a mejorar».
fuente LA NACIÓN