El presidente Mauricio Macri jugará esta semana buena parte de la suerte de su gobierno. Partirá hoy, a las 18, a Davos en el vuelo comercial 237 de Air France, donde mañana participará del World Economic Forum (WEF) y tendrá decenas de reuniones con influyentes jefes de Estado y los empresarios y banqueros más importantes del mundo.
Además, pronunciará dos discursos para explicar en detalle su programa económico ante dos auditorios diferentes. Uno, ante los CEO de grandes compañías multinacionales y otro ante columnistas económicos de los principales medios de prensa de mundo.
Según confiaron a LA NACION allegados a Macri, el propósito del viaje es conseguir compromisos de inversiones productivas para reactivar el crecimiento económico; buscar financiamiento externo a tasas razonables y mejorar el intercambio comercial con el mundo.
Sólo ayer se confirmó el viaje de Macri, luego de que se realizó un estudio médico para chequear un hematoma que sufrió por la fisura de costillas. Recibió, así, el visto bueno de sus médicos para volar.
Desde hace 12 años, ningún presidente argentino participa del Foro Económico Mundial en ese elegante centro de esquí de Suiza, donde las temperaturas rondan ahora entre uno y ocho grados bajo cero.
«Explicaremos lo que queremos hacer: la Argentina ahora es confiable y tiene reglas de juego. Es el momento justo de la Argentina, que es la estrella del foro. Hay más de 30 pedidos de entrevista con Macri», dijo a LA NACION un alto funcionario de la Casa Rosada.
Los jefes de Estado y los empresarios interrogarán a Macri y a su ministro de Economía, Alfonso Prat-Gay, sobre precisiones de sus programas fiscal, monetario, antiinflacionario y la reducción del gasto público para reducir el déficit fiscal del 7,1% del PBI.
Las audiencias
La Cancillería tiene confirmadas reuniones bilaterales de Macri con el vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden; con los primeros ministros de Francia, Manuel Valls, y de los Países Bajos, Mark Rutte, y con la reina de Holanda, Máxima Zorreguieta, antigua amiga del Presidente.
También está prevista una reunión con los mandatarios de México, Enrique Peña Nieto, y de Suiza, Johann Schneider-Ammann. Anoche se confirmó que también verá al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Y a último momento se suspendió una audiencia con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, que avisó que no podrá ir a Davos. Pero podrían sumarse más reuniones.
Sobre la nieve de Davos, Macri estará rodeado en sus discursos por una delegación acotada, pero de alto nivel: además de Prat-Gay, irán la canciller Susana Malcorra; el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.
También viajarán el secretario de Asuntos Estratégicos de la Jefatura de Gabinete, Fulvio Pompeo; el vocero presidencial, Iván Pavlovsky, y el asesor presidencial en inversiones extranjeras directas, Horacio Reyser.
Además, Macri irá acompañado por su esposa, Juliana Awada, y llevará como invitado especial al diputado y líder del Frente Renovador, Sergio Massa, para exhibir apertura política y cierto respaldo de la oposición. Hace dos semanas, Macri dejó de lado al ex gobernador bonaerense Daniel Scioli. La crisis por la triple fuga de General Alvear y la complicidad de los delincuentes y las fuerzas de seguridad dejó heridas con el PJ.
El nuevo jefe de la Casa Militar, Jean Pierre Claisse, viajó antes a Davos para preparar la llegada del Presidente.
Macri decidió no utilizar el avión Tango 01 porque lo considera viejo y para dar un ejemplo de austeridad en el gasto, en tiempos de recorte fiscal (ver aparte). El regreso sería por la línea KLM el viernes por la tarde, con lo cual llegará a Buenos Aires el sábado.
«Están allí los principales dueños del mundo, presidentes, empresarios y banqueros y hay mucho interés en ellos», dijo un vocero presidencial. «Lo quieren ver a Macri. Saben que hay nuevos aires y la Argentina será la estrella del foro. Todo el mundo sabe ahora que la Argentina es un país confiable y con reglas claras», agregó un diplomático que ayudó a definir la agenda de reuniones.
fuente LA NACIÓN